«Tomo nota del resultado de las elecciones a la Duma en la Federación Rusa y del hecho de que las elecciones, tal y como han expresado los observadores internacionales de la OSCE/ODIHR en sus conclusiones preliminares, han sido técnicamente bien preparadas y administradas», ha asegurado Ashton en un comunicado.
«Las violaciones de procedimiento, como la falta de imparcialidad mediática, la falta de separación entre el partido y el Estado y el acoso frente a los intentos de supervisión independiente son sin embargo preocupaciones serias», ha recalcado, insistiendo en la necesidad de que las autoridades rusas actúen en consecuencia para atajar estas infracciones.
«Espero que las cuestiones planteadas en las evaluaciones preliminares, así como por otros observadores locales sean abordadas por las autoridades rusas para permitir unas elecciones presidenciales tranquilas y justas durante la primavera», ha insistido la jefa de la diplomacia europea.
Los observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE) han asegurado que las elecciones legislativas celebradas el domingo en Rusia han experimentado algunas mejoras respecto a anteriores comicios, pero se han caracterizado por la «falta de imparcialidad» durante la campaña y por «graves indicios de pucherazo» durante el escrutinio de los votos.
En un comunicado conjunto, los observadores de ambos organismos admitieron este lunes que la preparación de las elecciones fue técnicamente correcta en buena parte del país pero se vio «marcada por una convergencia entre el Estado y el partido gobernante», lo cual «limitó la competencia política» y derivó en una «falta de imparcialidad».
A juicio de los observadores, el marco legal ha mejorado en algunos aspectos y los debates televisados de todos los partidos sirvieron de «plataforma» para que pudieran pronunciarse las distintas candidaturas. Asimismo, las votaciones durante la jornada electoral estuvieron «globalmente bien organizadas».
No obstante, «la calidad del proceso se vio considerablemente deteriorada durante el recuento, que se ha caracterizado por frecuentes violaciones en los procedimientos y, en ocasiones, por posibles manipulaciones y por graves indicios de pucherazo», añadieron.