Los ataques terroristas de Barcelona han puesto en el foco mediático las relaciones comerciales que España mantiene con países directamente relacionados el terrorismo islamista y conflictos humanitarios como Yemen y Siria.
España es el séptimo productor de armas del mundo. Destina un 24% de su producción a Oriente Medio, un negocio que ha facturado 1100 millones de euros sólo con las exportaciones a Arabia Saudí, su principal socio. Amnistía Internacional lleva años poniendo números a la industria armamentística española. Bombas torpedo, misiles, material de defensa, munición, aviones y sistemas de tiro a distancia con marca España que acaban en zonas de conflicto árabe a través de Arabia Saudí, país sobre el que cae la sombra del intervencionismo en conflictos como Yemen, Siria, Libia o Egipto.
Dicha relación comercial, lejos de romperse por el estallido del conflicto en Yemen en 2015, se ha fortaleciendo. El propio rey Felipe VI puso especial interés en ello con su última visita al país árabe en enero del 2017.
La industria armamentística española, lejos de ser un entramado sin cabeza visible, tienen nombres y apellidos y son fáciles de señalar. Grandes grupos oligopolizan el negocio de la produción armamentística en España, empresas altamente vinculadas al Ministerio de Defensa y de Industria y con grandes beneficios fiscales para la incentivación de I+D. El Centre Delàs d»Estudis per la Pau habla para teinteresa.es de estas empresas, quiénes son y qué fabrican.
Airbus
Originariamente una empresa nacional llamada Construcciones Aeronáuticas, su accionariado acabó dividido en manos internacionales bajo el grupo Airbus, del que España dispone el 5%. El propio Felipe VI visitó en 2015 sus instalaciones en Getafe con el rey Abdalá de Jordania para afianzar las relaciones comerciales entre ambos países.
Desde el Centre Delàs d»Estudis per la Pau informan que EADS (Airbus) dispone de una producción de aviones de combate F-2000, helicópteros Tigre, aviones de transporte militar A400M, cohetes espaciales (Ariane), satélites y sistemas de misiles (MBDA) y cuenta con sedes en ciudades como Barcelona, Madrid, Burgos o Sevilla.
Navantia
Antes la nacional Bazán, hoy Navantia, la empresa de construcción naval militar cuenta con dos grandes astilleros en Cádiz y El Ferrol. Especialmente polémico fue el acuerdo con Arabia Saudí para el suministro de 5 corbetas Avante para la armada real saudí. Entre sus funciones, el Avante 2200 está diseñado para la “defensa de elementos estratégicos, el control de la polución, control de la inmigración e interdicción de drogas, guerra antisubmarina y la guerra electrónica pasiva”. Hasta 2015 la empresa ha tenido pérdidas por valor de 3.793 M euros, aunque con el acuerdo de los Avante para Arabia Saudí el grupo español debería sacar un beneficio de 3.000 millones de euros.
Indra
Al comienzo 50% pública, acabó privatizada con el gobierno de Aznar. Tras diversas operaciones, Caja Madrid (posteriormente Bankia) se convirtió en su principal accionista controlando el 20,14% del capital. En su historia destaca la figura de Javier Monzón, directivo de la empresa durante 22 años y compañero de jet del rey Juan Carlos I.
Con la caída de Bankia de la mano de Rodrigo Rato, Indra volvió a manos públicas cuando la administración de PP compraba todas sus acciones.
La producción armamentística de Indra es impresionante. Participa en la industria de buques de Navantia y los blindados Pizarro y Leopardo de Santa Bárbara Sistemas, así como en la producción de sus misiles guiados y sistemas de guerra electrónica. Dispone de presencia en 33 estados y controla el 80% de la Sociedad Española de Misiles, encargada de la producción de misiles como el Meteor, el Rafale y el Gripen.
Al igual que las otras empresas del oligopolio armamentístico, el Centro Delàs d’Estudis per la paz informa que Indra recibe ayudas y subvenciones del Ministerio de Industria e ICO, así como subvenciones de las autonomías donde se localizan sus fábricas.