Kathrin Goldbach, novia del copiloto del avión de Germanwings siniestrado el pasado24 de marzo en los Alpes franceses, Andreas Lubitz, reveló recientemente a sus alumnos del centro de educación secundaria donde trabajaba que estaba embarazada, según revela el periódico alemán »Bild am Sonntag».
La novia de Lubitz es profesora de secundaria en un centro de una localidad situada a las afueras de Dusseldorf, donde vivía el copiloto del Airbus siniestrado. Andreas Lubitz se encerró en la cabina y aparentemente provocó que el avión se estrellara. Las 150 personas que viajaban a bordo murieron.
Según publica el semanario Der Spiegel, la pareja se habría conocido cuando el copiloto tenía 18 años y ambos trabajaban en un restaurante de la cadena Burger King en la ciudad de Montabaur. Poco después comenzaron a salir y, según afirma el semanario, tenían planes de boda.
Sin embargo, la vida amorosa de Lubitz plantea algunas incógnitas, sobre todo después de la entrevista publicada el sábado por Bild, en la que una azafata que aseguraba haber tenido una relación amorosa con el copiloto reforzaba la pista que apunta a que éste sufría problemas mentales al recordar una frase que, aseguró, le había dicho en una ocasión Lubitz: «Un día voy a hacer algo que va a cambiar todo el sistema, y todo el mundo conocerá mi nombre y lo recordará».
La joven, identificada como María (no es su nombre verdadero), de 26 años, confesó al medio alemán Bild que Lubitz demostraba ocasionalmente ataques de ansiedad y pesadillas.
«Un día voy a hacer algo que cambiará el sistema entero, y entonces todos van a saber mi nombre y recordarlo», parafraseó María. «Nunca supe lo que quería decir, pero ahora tiene sentido», ha añadido la mujer en la entrevista.
María, asistente de vuelo, reconoció que llegó a sentirse asustada por el comportamiento del piloto, que se despertaba por la noche gritando «¡Nos vamos abajo!«. «Sabía cómo esconder de los demás lo que le pasaba dentro», ha añadido. La mujer ha explicado que rompió con Andreas Lubitz «porque cada vez era más claro que él tenía un problema. Durante las discusiones, se desquiciaba, me gritaba. Tenía muchas pesadillas y por la noche se despertaba gritando: »Nos caemos»».
La ex novia sospecha, por último, que Lubitz estrelló el avión porque comprendía sus problemas de salud. «El trabajo de sus sueños era trabajar para Lufthansa como capitán, y entendió que largo plazo eso era prácticamente imposible», concluyó.
La ex novia de Lubitz había confirmado, antes de estas nuevas declaraciones, que éste sufría una «grave depresión«.
Transtorno de ansiedad y desprendimiento de retina
Andres Lubitz, de 27 años, sufría de un Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) para el que le habían recetado un medicamento neuroléptico y estaba siendo tratado por un posible desprendimiento de retina que le hacía temer el fin de su carrera como piloto, según publica hoy el diario francés Le Parisien y el diario alemán Bild en sus respectivas publicaciones de hoy.
Los médicos que le trataron, relata el medio, le habían administrado inyecciones de Olanzapina y le habían recomendado que practicara mucho deporte para recuperar la confianza en sí mismo.
Además de sufrir un trastorno psicosomático, como parecen indicar los documentos médicos y los medicamentos hallados en el registro de su vivienda y la de sus padres, Lubitz padecía también problemas físicos, en concreto de visión, asegura el rotativo alemán.
Según el Bild, el copiloto estaba en tratamiento por un desprendimiento de retina y temía por su vista, aunque se desconoce si el origen era orgánico o psicosomático.
Su problema de visión ponía en duda su capacidad para pilotar un avión, y probablemente en el próximo control médico de junio su empleador le habría prohibido volar en la cabina, afirma el diario alemán.