A su llegada al Consejo de Asuntos Generales de la UE en Luxemburgo, el alemán ha asegurado que espera que la primera ministra conservadora «tome responsabilidades y sea constructiva» para hacer frente a la última fase de las negociaciones, si bien ha reconocido las dificultades a las que se enfrenta en su país.
Así, Roth ha afirmado que Berlín es consciente de las dificultades que May tendrá para obtener una mayoría parlamentaria en Reino Unido que le permita aprobar su plan para el Brexit en los próximos meses, pero también ha recordado que la UE tiene «un margen de maniobra limitado» para «ir más lejos» y acercarse a la posición británica sobre cómo debe evitarse la vuelta a una »frontera dura» en la isla de Irlanda tras el Brexit, uno de los principales escollos para cerrar un pacto de divorcio.
Por su parte, el ministro de Exteriores holandés, Stef Blok, ha asegurado que espera «un Brexit negociado» en el mejor de los escenarios pero ha insistido en que su país también se está preparando «para lo peor», en referencia a una salida abrupta de Reino Unido, si bien cree que aún hay tiempo para alcanzar un pacto.
«Espero que haya una cumbre extraordinaria de líderes sobre Brexit en noviembre porque significará que se ha cerrado un acuerdo» previamente entre los bandos negociadores, ha dicho Blok a su llegada a Luxemburgo.
Para el ministro austriaco de Asuntos Europeos, Gernot Blumel, cuyo país ostenta actualmente la presidencia de turno de la UE, las negociaciones están yendo «en la buena dirección» aunque los líderes no vayan a poder dar su visto bueno a ningún acuerdo en la cena de trabajo de este miércoles.
«Tengo la impresión de que las dinámicas en las negociaciones están yendo en la buena dirección, aunque desafortunadamente no ha sido suficiente para llegar a un compromiso», ha dicho Blumel.
LONDRES QUIERE UN ACUERDO ADUANERO TEMPORAL
El secretario de Estado británico para el Brexit, Martin Callanan, ha insistido en que el gobierno que lidera la primera ministra Theresa May quiere un acuerdo «temporal» que incluya a todo el territorio de Reino Unido en la unión aduanera para cumplir con el compromiso de ambas partes de evitar que surja una frontera física en la isla de Irlanda tras el Brexit.
«No puede haber una frontera en el mar de Irlanda. No permitiríamos que la UE nos dicte en éste área», ha dicho Callanan en referencia a los controles post Brexit que propone el negociador jefe europeo, Michel Barnier, para las mercancías que tengan como destino Irlanda del Norte provenientes del resto de Reino Unido y viceversa, hasta que ambas partes encuentren más adelante una solución comercial que los haga innecesarios, como un acuerdo de libre comercio.
No obstante, la UE considera que ningún acuerdo con fecha límite en el tiempo puede asegurar en el futuro que se evite la vuelta a una »frontera dura» en el Úlster, y esta cuestión sigue siendo uno de los principales escollos a la hora de cerrar un pacto entre Bruselas y Londres.
SIN NEGOCIACIONES HASTA LA CUMBRE
Las negociaciones para acordar un pacto de divorcio entre la UE y Reino Unido se encuentran actualmente paradas a la espera de lo que ocurra en la cumbre de jefes de Estado y de gobierno que da comienzo este miércoles en Bruselas con una cena de líderes en la que los Veintisiete evaluarán el progreso realizado hasta la fecha, tras escuchar a la primera ministra británica, Theresa May.
Solo en el caso de que los líderes consideren que se ha producido un «progreso decisivo» en las negociaciones, darían su »visto bueno» a la celebración de una cumbre extraordinaria en noviembre con el objetivo de sellar el pacto de salida que permita que Reino Unido salga de la UE en la fecha establecida, a finales de marzo de 2019.