Nina estuvo al frente de la Policía boliviana entre enero de 2010 y marzo de 2011, cuando fue destituido por el presidente, Evo Morales. Al designar al sucesor, el mandatario abogó por erradicar el «cáncer de la corrupción».
La Fiscalía de Santa Cruz confirmó el martes la detención de la mujer y dos hijos de Nina en el marco de una operación en la que también están siendo investigadas otras cuatro personas, incluido el excomandante, según informan medios bolivianos.
El ministro de Gobierno, Hugo Moldiz, ha explicado este miércoles, a la salida de una reunión del Ejecutivo, que sobre Nina y su entorno existen «serias sospechas» desde «hace muchos años», pero se ha ido «dilatando» en el terreno judicial. Ahora, ha añadido, «le corresponde a la justicia acelerar la resolución de este caso para sentar un precedente».
El Gobierno considera estas investigaciones «una señal clarísima» de que «no habrá complicidad de ninguna naturaleza» en materia de narcotráfico y de que «la Policía está obligada a actuar en consecuencia».