Según una publicación en el International Herald Tribune, desde la Nueva Era, los adivinos y numerólogos junto con la culminación del ciclo de 5.125 años en el calendario maya, auguraban que el 2012 traería el fin del mundo. Un agujero negro pordía tragarse la Tierra, dejando un enorme vacio y destruyendo la civilización humana.
Los analistas y expertos también predicen un 2012 ocuro y lleno de desequilibrios fiscales, riesgos de enfrentamientos políticos y empresariales. Como resultado, un futuro distópico »»por parte de la humanidad»», debido a la crisis global que estamos viviendo.
A la suma de la crisis global en los sistemas financieros y políticos, se suma al nuevo declive los problemas derivados de las emisiones de gases de efecto invernadero, ciberataques e interrupciones en el suministro de agua.
El mundo cada vez más vulnerable
Durante la última década se han producido varios golpes al sistema, desde los ataques terroristas del 11 de Septiembre 2001, hasta la crisis financiera que comenzó en 2007 y todos los desastres ocurridos por el volcán de Islandia (2010) y el terremoto en Japón provocando la rotura de la planta de energía nuclear de Fukushima.
Como dato curioso, Howard Kunreuther, profesor de ciencias en Empresa y Políticas Públicas de Wharton, dice que después del terremoto de Japón se observó que hubo un aumento en la contratación de seguros contra terremotos, inclusive en aquellas zonas donde no hay riesgo de sufrirlos.
Para Ed Yardeni, un economista independientes de New York, hizo pública una lista con sus »jinetes del apocalípsis» para el 2012: crisis global de crédito, agitación social en China e India y la grave recesión mundial que emana de Europa.
«Este es un mundo inexplorado, con el que no estamos familiarizados, que no se define por o tres grandes potencias y los demás países alineándose con uno u otro de ellos». Hutchings