Este 11 de septiembre se cumplen 16 años de los ataques que marcaron el comienzo del siglo XXI, el peor ataque terrorista en la historia de los Estados Unidos. A pesar de las teorías oficiales, aún existen gran número de teorías alternativas para resolver incógnitas y misterios que se resisten a morir con el paso de los años. Estas son las tres teorías conspirativas más famosas:
Un ataque a Estados Unidos, de Estados Unidos
La teoría más mitificada de todas. Numerosos periodistas y especialistas se han tirado a la piscina de las conspiraciones sobre el 11-S para defender que, en realidad, los Estados Unidos organizaron su día más catastrófico para justificar así las acciones militares que vendría después, principalmente la invasión de Irak y Afganistán, de la que Washington sacaría gran rédito económico despuésl.
La web rethink911.org emite un informe para que todos sepan «la verdad detrás de los ataques a las torres gemelas y al Pentágono» y el que defienden dicha teoría. En el informe destacan datos incongruente y detalles ilógicos en referencia con los ataques, como el hecho de que el «tercer» avión de pasajeros impactase exactamente en el ala del Pentágono se encontraba en ese momento en obras. Demasiada casualidad para algunos.
Sabían que pasaría
Menos catastrofista, pero también chocante, esta teoría ha sido apoyada incluso por periodistas de cierto recorrido. Michael Moore, el famoso documentalista estadounidense, afirma en Fahrenheit 9/11 que ya existían noticias del ataque perpetrado por Al-Qaeda, es decir, por Osama Bin Laden, antes de que sucediese. Incluso deja caer la sombra de colaboracinismo entre la Casa Blanca y la casa Bin Laden, ya que, según Moore, se permitió la salida de la familia de Bin Laden de los Estados Unidos después del 11 de septiembre, junto con más de 100 saudíes, en seis aviones privados y dos docenas de aviones comerciales. Una permisiva política teniendo en cuenta que 24 horas después los primeros informes ya apuntaban a una “mano iraquí” detrás del ataque.
Su voz no está sola en el apoyo a la teoría del colaboracionismo. El internacionalista francés Thierry Meyssan cuenta en su libro, 11 de septiembre de 2001: la terrible impostura” cómo Bush ya había visto un vídeo del atentado de hacer su primera declaración pública sobre los atentados, lo cual es extraño teniendo en cuenta que las imágenes fueron tomadas sólo fueron difundidas por la agencia Gamma bastante después del ataque.
Una demolición controlada
Otra de los hechos que algunos no creen es que las torres se derrumbasen por el mero impacto de los aviones. Numerosos arquitectos y expertos afirman que resulta imposible el derrumbe de las dos torres reinas del World Trade Center si el choque se da en los pisos más altos. Sólo sería posible si alguien desde dentro hubiese accionado explosivos en las zonas claves para colapsar la torre.
En este sentido, un analista de la Universidad de Minnesota, James Fetzer, afirma en una entrevista que el alto número de personas con problemas de salud por la combustión de materiales tóxicos solo puede ser explicada sobre la base de que algó nuclear explotó en las torres gemelas, y que por ello puede afirmar que existían antes del impacto “mini armas nucleares” en los puntos clave del edificio. Por ello, tras los derrumbes no quedasen grandes cantidades de escombros apliados, sino que “estaban destruidos o incluso por debajo del nivel del suelo”.