La empresa explicó que esta decisión busca mejorar la especialización y la eficiencia de su estructura industrial y afirmó que para ello ha analizado las fortalezas de los centros de Iveco en Madrid y Valladolid, que potenciarán su desarrollo en el futuro.
Así, el centro de Madrid se concentrará en el ensamblaje de los camiones Stralis y Trakker, mientras que la fábrica vallisoletana se transformará en un centro de excelencia para la producción de cabinas de vehículos industriales pesados.