En el país de la moda por excelencia, muchas mujeres buscan su vestido de novia en un convento. Según publica Gaia Pianigiani en »The New York Times», la religiosa María Laura (que fue costurera antes que monja) dirige uno de los talleres de costura más espectaculares e insólitos de Italia.
El convento se encuentra en el monte en la región de Umbría y está ubicado en el monasterio de Santa Rita (donde vivió Santa Rita, una novia maltratada que enviudó antes de hacerse religiosa hace 600 años).
Todo comenzó para ayudar a jóvenes que querían casarse y no tenían dinero para comprarse un vestido de novia de firma, pero ahora se ha convertido en toda una moda entre las italianas más fashion que acuden a estas religiosas de todas las partes del país.
Los trajes son donados por mujeres que acaban de contraer matrimonio y las monjas se encargan de revisarlos y reformarlos al gusto de sus nuevas clientas. La hermana María Laura es la responsable pero cuenta con varias ayudantas que arreglan los trajes. Ella siempre tiene la última palabra y es completamente sincera con las jóvenes que buscan su traje ideal.
Las novias, una vez que tienen el vestido, realizan una donación voluntaria al convento para que puedan seguir ayudando a cumplir sus sueños a otras mujeres en el día más importante de sus vidas.