El olfato como herramienta diagnóstica es una práctica tan antigua como la medicina, con la que antiguamente se identificaban infecciones y patologías hepáticas con el característico olor de las lesiones. En la última década, con el avance de la nanotecnología y los sensores químicos ha surgido un novedoso sistema de análisis de compuestos volátiles denominado “nariz electrónica”, con una gran aplicabilidad en medicina, sobre todo en medicina respiratoria.
Una nariz electrónica es un ingenioso dispositivo dotado de numerosos sensores químicos muy potentes y un software asociado que permite el reconocimiento y la comparación de olores individuales y complejos. El objetivo de cualquier nariz electrónica es relacionar un aroma u olor con una respuesta que, tras ser almacenada en el software, servirá como modelo en posteriores análisis. La nariz electrónica está diseñada para identificar los diferentes compuestos orgánicos volátiles específicos que componen cada aroma, generando lo que se denomina la huella electrónica de cada olor.
Un estudio presentado en el Congreso Internacional de Munich de la Sociedad Respiratoria Europea de la semana pasada, ha demostrado que la nariz electrónica es un método eficaz para la clasificación y el diagnóstico del asma. El asma es una enfermedad que afecta a los pulmones y que se caracteriza por la inflamación y obstrucción de las vías respiratorias. El estudio, dirigido por el Profesor Paul Brinkman, analizó el perfil del aliento exhalado de 106 niños con asma o sibilancias (silbidos al respirar) mediante una nariz electrónica. El trabajo identificó las huellas electrónicas de cada aliento, revelando unos patrones químicos diferentes en función de la edad y de la sintomatología. El trabajo permitió establecer cinco subgrupos con diferentes perfiles de aliento y con diferentes síntomas y fase de enfermedad asmática. El principal avance de este estudio, es la identificación de patrones de aliento a través de la nariz electrónica, ya que al clasificar el asma en diferentes subgrupos se podría proporcionar un tratamiento mucho más a la medida para cada individuo.
Este tipo de estudio abre grandes expectativas en la utilidad de la nariz electrónica como herramienta en el diagnóstico no invasivo de enfermedades de la vía aérea. En este sentido, la utilización de la nariz electrónica también se ha utilizado con éxito para el diagnóstico no invasivo de cáncer de pulmón y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) en otros trabajos. Entramos en una nueva era, en la que los avances tecnológicos están al servicio de la medicina, la era de la medicina moderna.