El delantero italiano Mario Balotelli volvió a subir una foto en su cuenta personal de Facebook que ha sorprendido, en la que aparecia el álbum de cromos del Mundial, abierto en la página de Italia y en los huecos solo había cromos de él mismo bajo la pregunta Why always me?
El ariete del Milán parecía haber sentado la cabeza después de prometerse con la joven belga Fanny Neguesha que le acompaña en el Mundial de Brasil. Nada más lejos de la realidad.
Balotelli dio el triunfo a Italia frente a Inglaterra en el primer partido del Mundial. Con un corpachón de 190 centímetros y noventa kilos que mueve a golpe de potencia, dos piernas que son dos cañones y una asombrosa gama de recursos de cara a portería, Super Mario ha pasado por Inter, City y Milán y en ningún sitio encuentra acomodo.
A Balotelli sólo le falta una cabeza que canalice un talento inmenso que atesora, a la altura de los más grandes que hay ahora en el fútbol. Ni siquiera Mourinho pudo enderezar a este chico de ya casi 24 años que viene de registrar su mejor temporada goleadora tras anotar catorce tantos, una cifra que se antoja pírrica para un futbolista de su calidad.
Pese a llevar cinco años en la élite, esta ha sido la primera temporada que ha jugado más de veinte partidos de Liga, una señal inequívoca de su inconsistencia.
Apartado en reiteradas veces por Mancini en el Manchester City, donde salió por la puerta de atrás, el Milán estudia venderlo si llega una buena oferta. Sólo Prandelli le mantiene una confianza a prueba de bombas que el díscolo delantero le devolvió en forma de dos goles en la semifinal de la pasada Eurocopa ante Alemania que pusieron a Italia en la final. Por lo que quiera que sea este Mundial Balotelli pasan buena parte de las opciones de la azzurra.