«Me llamaban el Robin Hood de Pallejá«, cuenta José Antonio Maldonado. En el 2010 repartió más de 180 millones de euros entre más de 2.000 clientes de su bar, el bar Nuevo Maldonado en la localidad de Cataluña. Un bar en el que sigue trabajando, «he abierto todos los días» durante los últimos cuatro años, explica, como ya anunció el mismo día que le tocó: «a partir de ahora seguiré trabajando y pagando hipoteca pero más feliz», declaraba exultante ante los medios de comunicación ese 22 de diciembre de 2010, cuando la suerte del número 79.250 mandó la suerte a la pequeña localidad catalana.
Dicho, y hecho. Eso fue exactamente lo que hizo: «Me tocaron 450.000 euros, así que no hice mucho más que comprarme otro piso, que me costó 320.000″, explica a este medio. Pero sí que tuvo la satisfacción de repartir la alegría en su pueblo, «la gente se ha comprado coches, pisos, ha ayudado a los hijos», explica.
Él ni siquiera ha reformado el establecimiento en el que decenas de vecinos celebraba el premio hace ya cuatro años. El bar sigue allí donde lleva 40 años. Y no sigue comprando el mismo número, pero sí que lo compra donde siempre, a su amigo Antonio Muñoz, el lotero que le vendió el gran premio en 2010 y al que siempre había comprado décimos. «Se llevaron ese número a Madrid, así que ya no lo compramos, pero sí que lo sigo comprando donde siempre. Lo compro siempre acabado en 0, y el que compro ahora es acabado en 70, por el número de la calle en el que está el bar«, explica.