Miembros de la organización han montado las tiendas de campaña entre algunos gritos de »Independencia» y »Els carrers seran sempre nostres» –»Las calles serán siempre nuestras», en catalán–, y ante la mirada de los Mossos d»Esquadra, ante las puertas de la Generalitat, y de la Guardia Urbana, frente al Ayuntamiento de Barcelona.
«Exigimos al Govern que respete el mandato del pueblo. Si acampamos en esta plaza es para demostrar a las instituciones que se deben a lo que dice la gente. No tiene sentido que digan que molestamos, y debemos llenar las calles. Sobre todo para reivindicar que el espíritu del 1 de octubre sigue más vivo que nunca», ha afirmado un miembro de la organización al finalizar el montaje de las tiendas de campaña.
La organización advirtió de que volverían a desplegar las tiendas «en el minuto uno» tras los actos de La Mercè, que se prolongaron hasta este lunes, y añadieron que volverían con más personas y tiendas.
El teniente de alcalde de Derechos Sociales de Barcelona, Jaume Asens, ha asegurado este mismo martes que la acampada independentista es competencia del Govern y del Ayuntamiento, y ha defendido que «no es una acampada cualquiera».
El concejal ha insistido en que se trata de una acampada instrumental con contenido político: «Son ámbitos de competencia de la Generalitat. La Generalitat también puede intervenir autorizando o no las concentraciones».