En su intervención en la Cámara de Comercio de Barcelona, Valls ha asegurado que quiere unos Juegos Olímpicos «sostenibles, ciudadanos, aprovechando los equipamientos ya existentes y, sobre todo, que provoquen ilusión», y ha asegurado que hablará de aquí a poco tiempo con el Comité Olímpico sobre ello.
«Yo creo que la ciudad debe volver a organizar unos Juegos Olímpicos», ha dicho, pero ha alertado de que esta iniciativa necesita consenso, estabilidad política a todos los niveles y poner ordena a todas las propuestas, y ha dicho que los Juegos deben movilizar la ciudad y provocar ilusión, aunque ha subrayado que el objetivo no sería repetir lo que ocurrió en 1992.
Asimismo, el exprimer ministro francés también ha asegurado que «es difícil» organizar en la misma ciudad unos Jugos Olímpicos y una Exposición Universal al mismo tiempo –tal como propone el líder del PSC, Jaume Collboni, que apuesta por celebrar la Exposición Universal en Barcelona en 2030–, por lo que ha pedido ponerse a trabajar cuanto antes en el proyecto.
«Uno Juegos de Invierno serían muy importantes para Barcelona, Catalunya, Pirineos y nuestro amigos aragoneses. Pero a mi me gustaría que hubiera Juegos Olímpicos de Verano en 2032 porque tenemos los equipamientos, daría aún más fuerza a la ciudad», y ha dicho que, mientras las dos opciones estén abiertas, las querrá examinar para escoger la candidatura más adecuada.
Ha enmarcado su propuesta en la renovación solemne del compromiso para relanzar la colaboración público-privada, la fórmula que ha estado detrás de todos los grandes proyectos de éxito de la ciudad, según él, y ha declinado la posibilidad de celebrar la Exposición Universal y los Juegos Olímpicos de 2030 a la vez: «Por experiencia, lo viví en Francia, es difícil obtener los consensos y las subvenciones».
IMPULSO ECONÓMICO
Valls ha acusado al actual Gobierno municipal de Ada Colau de frenar el impulso económico de la ciudad y de ser responsable del «deterioro económico por su incapacidad para gestionar y sus prejuicios ideológicos», y ha asegurado que él potenciará el atractivo de Barcelona como ciudad creativa y productiva, acogedor y abierta, dinámica y competitiva.
El candidato ha destacado diez puntos de su propuesta para mejorar la economía de la calidad de vida para atraer empresas y talento e impulsar la excelencia de las universidades y su conexión con el mundo empresarial, además de levantar barreras fiscales, financieras, burocráticas e idiomáticas, y ha remarcado su objetivo de potenciar la proyección internacional de Barcelona.
En este sentido, ha afirmado que la capital catalana necesita una nueva estrategia de promoción económica y nuevas políticas de vivienda, movilidad y sostenibilidad: «Quiero acabar con la norma que obliga a los promotores a destinar el 30% a pisos sociales. Ha hecho bajar la inversión inmobiliaria», y ha dicho que impulsará un consorcio para la promoción comercial basado en el modelo de Turisme de Barcelona.
Al acto han asistido el diputado de Cs en el Parlament, Carlos Carrizosa, y los concejales de Cs en el Ayuntamiento de Barcelona, Marilén Barceló y Paco Sierra, entre otros, en un almuerzo que ha estado encabezado por el presidente de la Cámara de Barcelona, Miquel Valls, que ha pedido recuperar la Barcelona de los Juegos Olímpicos como una ciudad «importante y bien situada en su entorno».