Lo ha respondido al preguntársele en rueda de prensa en Efe, y también se ha referido al debate de este martes entre todos los principales candidatos: lo prevé más vivo y vehemente que el anterior porque la campaña está en la recta final: «Como dicen los catalanes, »Adelante las hachas».
«Tengo fe en que iremos bien, sacaremos mejor resultado», ha dicho al ser preguntados por encuestas que dan al PP alrededor de dos concejales, lo que ha cuestionado porque está convencido de que serán decisivos para formar un gobierno constitucionalista.
Sobre el descenso del PP en las generales, ha dicho que fue una derrota por la división de la derecha con la irrupción de nuevos partidos: «Con buena fe, hicieron un desastre porque quedó muy perjudicado el PP, con unos resultados que nadie esperaba», pero asegura que perder una batalla no es perder una guerra.
Ha considerado que el PP debe matizar cosas y buscar una base más amplia, aunque sin cambiar raíces ni principios: «Tenemos que ir hacia la izquierda, y la izquierda hacia la derecha», aunque cree que el centro no existe, y ha puesto como ejemplo positivo cuando el PSOE se acercó a la derecha en algunos aspectos con Felipe González, ha opinado.
Bou ha dicho que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, deberá dar explicaciones a sus votantes sobre el saludo de este martes a independentistas presos en el Congreso –los considera «enemigos de España»– y ha asegurado que el socialismo de otras partes de España dista mucho del de Catalunya y no lo entenderá.
REFORMAR EL PARALELO
El candidato del PP ha propuesto desarrollar en la avenida Paral·lel un »plan Broadway», recuperando esta vía histórica y su actividad de los años 60, que ha calificado de maravillosa: «La Rambla, para pasear, cuatro palomas. El paseo de Gràcia, a las ocho de la noche cerrado y todo oscuro. El Paralelo fue espectacular».
Ha recordado cómo bullían teatros como el Arnau, el Victoria, el Apolo, el Condal y el antiguo Español, así como las terrazas: «Yo había comido ahí bocadillos de calamares, había escuchado música en directo, había escuchado karaokes», antes de que se extendieran por el resto de la ciudad, y ha asegurado que antes Barcelona superaba a Madrid en artes escénicas y ahora tiene menos oferta.
Ve necesaria en esta arteria una reforma urbanística, ampliar las terrazas, facilitar la inversión, acelerar las licencias y «abrir una mesa público-privada para generar ideas» y propuestas, y que el Ayuntamiento incentive la música en vivo y el teatro.
También se ha referido al problema actual en el Teatre Apolo –trabajadores han reclamado presuntos impagos–: no es partidario de que lo público intervenga en las iniciativas privadas pero en este caso ve necesario conservarlo por ser imagen de la ciudad: «Querríamos que los teatros y la música en vivo volvieran a resurgir».
En el ámbito cultural, cree que faltan museos de prestigio, por lo propone una delegación del Museo del Prado en el edificio del Banco de España y una del Reina Sofía en el de Correos: «Ayudaría muchísimo a entender muchas cosas y a normalizar la situación que el nacionalismo tanto ha normalizado», y ha propuesto que haya cuadros de Salvador Dalí en la ciudad.