El poeta Antonio Gamoneda, de 85 años, ha animado hoy a los jóvenes a rebelarse contra la «tiranía económica disfrazada de democracia» y la sociedad de consumo actual, al igual que él plantó resistencia en su juventud al franquismo, que censuró uno de sus poemarios, «Blues castellano».
Gamoneda, que ahora será versionado en «rap» y mediante grafitis en ese poemario, en una iniciativa promovida por el Museo Etnográfico de Castilla y León, ha asegurado que esa resistencia se hace ahora más difícil porque aunque la dictadura económica de la época de Franco «sigue en marcha», está más disimulada.
El premio Cervantes de 2006 ha aludido en una entrevista con EFE a los desahucios, las exiguas pensiones o las mayores diferencias entre ricos y pobres para invitar a los jóvenes españoles a rebelarse para «desmontar una falsa democracia» e instalar una verdadera.
Para ello, ha propuesto empezar por abandonar el consumismo, ya que «el gran capital lo poco que nos paga lo recupera inmediatamente» a través de las grandes superficies, los automóviles pagados a plazos, la carestía de la gasolina o las hipotecas bancarias de los pisos.
«En la mentalidad española, el consumismo ha sustituido a las ideologías», ha declarado el poeta, que arrancó su carrera literaria con «Sublevación inmóvil» y ha denunciado cómo los políticos de «democracias sacrificadas» actúan como «sacristanes del poder económico».
En ese contexto, ha alzado también la voz contra «los crímenes sociales» que practica Europa al cerrar las puertas a los refugiados.
Frente a estas injusticias, ha abogado por una «revolución cultural» que permita dejar de identificar el bienestar con el consumismo y con «tener un coche mejor que el del vecino», para crear una nueva escala de valores «más real y que no esté manejada tan evidentemente por el poder económico».
El poeta, nacido en Oviedo aunque afincado en León desde su niñez, ha rememorado el espíritu de rebeldía y resistencia de «Blues castellano», poemario del que se han cumplido cincuenta años de la conclusión de su escritura y que es uno de sus libros «más queridos» al representar un fragmento importante de su juventud.
Gamoneda ha confiado en que el proyecto del Museo Etnográfico de Castilla y León para difundir este poemario entre los estudiantes de la región sirva para abrir espacios para la poesía en la sociedad actual, en la que tiene «poca cabida».
A su juicio, la poesía es una obra de un entusiasmo y una sensibilidad propios de la juventud, por lo que ha reclamado mayores vínculos y «más comunicación» entre la joven poesía hispanoamericana que se hace a uno y otro lado del océano.
Pese a que ya no tiene ese entusiasmo juvenil, Antonio Gamoneda acaba de publicar «La prisión transparente» (ediciones Vaso Roto), que reúne tres poemarios breves («La prisión transparente», «No sé» y «Mudanzas»), en los que refleja una «poesía de vejez» que es «una expresión de despedida».
Aun así, el ganador de premios como el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana o el Nacional de Poesía ha indicado que, pese a que a sus 85 años ha llegado a «una etapa final de la existencia», desconoce si éste será su último poemario, aunque piensa que con él no se está despidiendo del todo.
Por Alberto Ferreras.