Como ha recalcado Gamarra, «en La Estrella viven unas 250 personas mayores de 65 años, que, desde hacía ya tiempo, venían expresando su deseo de disponer de un centro adaptado a sus necesidades, para poder relacionarse y llevar a cabo actividades a las que, de otro modo, no tenían acceso».
Por ello, ha subrayado la primera edil que, para la realización del proyecto del nuevo centro, que ha sido elaborado por técnicos municipales y ha realizado una empresa local, «se ha partido de las necesidades y demandas transmitidas por los mayores del barrio, para darles mayor calida de vida».
«En este centro de nueva construcción y dotado de los espacios que los mayores precisa, totalmente adaptado y acondicionado, pueden desarrollar esos programas que contribuyen al envejecimiento activo y que impulsamos desde el Ayuntamiento porque inciden en una población sana y dinámica», ha dicho Gamarra.
Ha sumado que «es un ejemplo de cómo los logroñeses tienen cerca dotaciones de estas características con independencia de dónde residan, en el centro o en los barrios».
En esta línea, ha incidido en que «es nuestra preocupación que las personas que viven en los barrios, sobre todo los más tradicionales, accedan a estos servicios sin tener que trasladarse», como ocurrió en la pasada Legislatura, con la puesta en marcha de otro centro de mayores, el del barrio de Yagüe.
EL NUEVO CENTRO.
El nuevo Centro de la Tercera Edad de La Estrella, «que abre sus puertas cumpliendo del plazo que les dimos a los vecinos, para que este verano pudieran disfrutarlo, a falta solamente de algún detalle», como ha señalado la alcaldesa, está ubicado en un local de 273 metros cuadrados en la calle Piqueras 124.
Es un local en planta baja con tres fachadas, dos de ellas dan a una zona de uso público y otra, a una zona privada. La carpintería exterior se ha ejecutado en aluminio lacado con climalit y vidrios de seguridad, y la carpintería interior, con marcos y hojas de madera.
El espacio se ha compartimentado con tabiques de pladur con aislamiento, contando todo el local con materiales de aislamiento tanto térmico como acústico. Los suelos son de tarima y gres.
Desde el punto de vista arquitectónico, se ha proyectado desde un eje situado en el centro del local y perpendicular a la calle Piqueras, de forma que, en el mismo, transcurre el pasillo distribuidor. A su derecha, y desde el acceso principal, se ha ubicado un despacho, seguido de una sala de usos múltiples; a la izquierda, está el salón y la sala de lectura y televisión, con los servicios y aseos al fondo.
Las principales actividades se realizarán en la sala de usos múltiples, que cuenta con una superficie de 100 metros cuadrados. La sala de lectura y televisión tiene 45 metros cuadrados, y el salón de juegos, 40,41 metros cuadrados. El despacho tiene una superficie de 16,75 metors cuadrados.
Se dispone además de un aseo para hombres, otro para mujeres y uno más adaptado para personas con discapacidad; asimismo, se han habilitado dos almacenes, un cuarto de limpieza y varios distribuidores para acceso a las distintas dependencias.
Las obras comenzaron en el mes de febrero, las ha ejecutado la empresa Martínez Berrozpe e Hijos, por un presupuesto de 123.960 euros, IVA incluido, tras presentar una baja del 38 por ciento respecto al precio de licitación, que fue casi de 200.000 euros.