Romeo y Julieta gritaron su amor a los cuatro vientos a pesar de que ninguno de sus familiares aprobaba su relación. Ahora, en el siglo XXI, las parejas se demuestran su afecto de maneras diferentes, por ejemplo ¡Tatuandose el nombre de su enamorado en la cara!
Esto es lo que le ha ocurrido a Lesya, una joven de origen ruso que se ha tatuado el nombre de su novio, Rouslan Toumaniantz, en las mejillas al día siguiente de conocerle.
La pareja se conoció a través de un Chat de Internet, donde surgió la química y decidieron dar el paso de quedar en persona.
Por su parte, la chica asegura estar muy feliz de tener tatuado el nombre de pila de su pareja en su rostro. Una «obra de arte» escrita en letra gótica y que ocupa 13 centímetros.
Lesya ha asegurado al periódico británico »Daily Mirror» que el tatuaje «es un símbolo de nuestra devoción eterna» y ha añadido «me gusta tatuarme cada centímetro del cuerpo».
Esta no es la primera vez que Rouslan ha tatuado la cara de alguien, y es que en 2009 fue denunciado por dibujar 56 estrellas en la cara de una chica, a pesar de que ella le había pedido solo tres.
Dicho caso se acabó solucionando cuando la joven reconoció que había mentido y que en realidad sí que pidió esas 56 estrellas, pero tras ver que a su padre no le había gustado el resultado, optó por mentirle.
A pesar de llevar pocos días como pareja, parece que el amor ha calado muy profundamente entre ellos, y es que lejos de ser un romance pasajero, los dos jóvenes han decidido casarse. Cabría preguntarse si la pareja intercambió alianzas en su enlace o prefirieron hacer lo propio con botes de tinta.
Lo cierto es que un amigo de la pareja declaró en el periódico The Sun que después de la boda los planes del tatuador son «continuar su aprendizaje» en el mundo del tatuaje y «crear una familiar».
A pesar del revuelo que se ha formado, parece que ninguno de los dos miembros de la pareja se arrepiente de esto. «Yo no creo haber hecho nada malo hoy. Estoy enamorado. Estamos enamorados», ha declarado Rouslan.
No se sabe lo que durará este amor, pero lo que queda claro es que a ella le dejará una «huella difícil de borrar».