Vivos es el nombre de una curiosa empresa ubicada en Estados Unidos, que trabaja a la carrera para completar la construcción y puesta en marcha de una red global de albergues subterráneos antes del 21 de diciembre, fecha en la que los mayas fijaron el fin del mundo.
Aunque esta fecha es la que está marcada en su calendario, desde la empresa se curan en salud añadiendo que, aunque el mundo no acabe el 21-D, «los eventos catastróficos pueden ocurrir sin previo aviso, en 2012, 2013, 2029, 2036 o dentro de 100 años».
Lo que ofrecen en Vivos son refugios para resistir ante un apocalipsis, en modalidad de apartamento individual y piso colectivo, en el que hacer frente a los posibles riesgos que amenazan -según ellos- con la extinción de la Humanidad.
Al frente de esta iniciativa empresarial tan diferente se encuentra un curioso empresario llamado Robert Vicino, procedente del sector inmobiliario, que está embarcado en la puesta en marcha de Vivos desde 1980.
La idea de Vicino es construir una red de refugios con una capacidad total de 1.000 plazas, que procure un lugar bajo tierra con el que protegerse del próximo cataclismo que cause la extinción de vida.
Cuando arrancó el proyecto hace décadas se encontraba sólo en su iniciativa, pero fue en 2008 cuando el proyecto se puso en marcha oficialmente como Vivos, una empresa de capital privado. En el tiempo transcurrido entre su idea original y la constitución de la empresa, Vicino dice que sufrió una profunda conversión religiosa.
Ahora Robert Vicino «considera que ésta era su verdadera misión, claramente inspirada por Dios, ya sea por suerte o por desgracia, y que él posee una habilidad única que le ha sido concedida para llevarlo a cabo», según recogen en la página web de la empresa.
Bajo tierra y aislados
En la publicidad que la empresa difunde, señalan que la única solución conocida y práctica para la supervivencia ante todas las catástrofes es estar en un lugar seguro, bajo tierra, a prueba de explosiones, del agua, del gas y de las pruebas químicas.
Según los responsables de Vivos, ellos le dan la oportunidad a las personas normales de disponer de un refugio para sobrevivir al apocalipsis igual al que los que los gobiernos más importantes del mundo tienen construidos para políticos, funcionarios públicos y la élite en general.
Los refugios que la empresa dice tener construidos y/o planificados, son viviendas bajo tierra preparadas para soportar las peores catástrofes, tanto naturales como provocadas por el hombre.
Vivos promete que sus refugios soportan:
– Un nuevo diluvio universal.
– Una explosión nuclear de 2 megatones, a 3 km.
– Amenazas radiológicas, químicas y biológicas (NBQ).
– Llamaradas solares extremas.
– Un repentino cambio de polos.
– El impacto de un asteroide o un cometa.
– Revueltas y ataques de los merodeadores.
– Erupción de un súper volcán.
– Ataques terroristas.
– Terremotos de magnitud 10.
– Vientos de más de 800 Km/h.
– Pandemias y enfermedades virales.
En la web de Vivos se especifica que en cada refugio cuenta con víveres y combustible para procurar un año completo a salvo a sus inquilinos. La empresa procura en cada uno de ellos un suministro abundante de alimentos y bebidas, seleccionadas por su poder nutritivo, variedad, sabor, energía que aporta y facilidad de preparación. De este modo procuran 2.500 calorías por día para el desayuno, el almuerzo y la cena.
Cada refugio está equipado con profundos pozos de agua subterráneas para el suministro continuo de agua potable, y combustible para alimentar los generadores por un mínimo de un año. Además, disponen de amplio equipamiento médico, dispositivos de seguridad y equipos de supervivencia.
Para hacer más amena la estancia, los refugios también tienen libros, materiales educativos y de entretenimiento, máquinas de gimnasia, radios, ordenadores y televisores. Finalmente, dentro de los extras que ofrecen, se puede disponer desde cajas fuertes y vehículos todoterreno, a semillas no transgénicas, y equipos de caza y pesca.
De esta manera, los propietarios de los refugios sólo necesitan llegar a él, y ponerse a salvo. Logicamente, sobrevivir al Fin del Mundo tiene su precio, y los de los refugios ya construidos de Vivos están más que claro en la web de la compañía que, eso sí, ofrece posibilidad de financiación para hacer con una de las plazas para ser testigo del Apocalipsis y no morir en el intento.
Refugio |
Plazas |
Adultos |
Niños |
Vivos |
200 |
$50,000 |
$25,000 |
Vivos Indiana |
Completo |
$50,000 |
$35,000 |
Vivos Nebraska |
950 |
$35,000 |
$25,000 |
Vivos Rockies |
524 |
$35,000 |
$25,000 |
Estos precios son para habitaciones estándar con dos camas/literas. Las suites rockies privadas para 4 personas tienen un precio de 85.000 dólares por persona. Las habitaciones dobles con baño compartido para 2 personas tienen un precio de 60.000 dólares por persona. Se considera niños a menores de 16 años.
1- Entrada al refugio
2- Acceso al búnker
3- Detector de explosiones nucleares
4- Detector exterior de rayos Gamma
5- Panel de alarmas del búnker
6- Escotilla del refugio
7- Mapa de los refugios de Vivos