La edificación fue construida durante la Segunda Guerra Mundial en Reino Unido para proteger a la población de posibles ataques con gas por parte de los nazis. En la actualidad es una lujosa casa cuyo precio asciende a 440.000 libras, alrededor de 563.000 euros.
La propiedad pertenecía al Ministerio del Aire británico, que decidió construir una infraestructura anti gas. Estaba casi oculta totalmente por dos montículos de tierra que fueron diseñados para ofrecer protección contra cualquier explosión.
Después de una serie de reformas, el búnker se ha convertido en una lujosa casa de dos plantas, con la fachada parialmente acristalada y con terraza. En la planta baja se encuentra una gran cociana abierta y la sala de estar. Arriba es donde se haya un dormitorio. La entrada sigue conservando el estilo originario de su construcción, con postigos de acero.