Ethan Bird tenía demasiada prisa por venir al mundo. El pequeño ha ganado una batalla a la vida nada más nacer. Con tan solo seis meses de gestación vino al mundo, y tan solo pesaba 400 gramos, en Reino Unido según informa el diario Dailymail.
A su madre tuvieron que practicarle una cesárea de emergencia y Ethan tuvo que pasar sus primeros cuatro meses de vida en una incubadora luchando entre la vida y la muerte. Al final consiguió abrise paso y vivir sin ningún tipo de efecto físico secundario.
CUATRO MESES LUCHANDO POR SU VIDA
Ha ganado peso pero continúa ingresado en la unidad especial de neonatos del Hospital. Su padre Scott cee que será un niño con carácter: «Es terco y tiene espíritu de lucha».
Sarah, la madre de Ethan también tuvo que luchar por su vida. Al final los dos están bien. «Ethan era tan pequeño que sentía que se iba a romper», asegura su madre Sarah. Su tía aseguró que Etha era «un milagro».