Ioane Teitiota, un habitante de las Islas Kiribati de 37 años, ha solicitado oficialmente al Alto Tribunal de Nueva Zelanda en Auckland la concesión de asilo como refugiado climático, en el que sería el primer caso documentado del mundo.
No hablamos de refugiado político, o algo similar. Teitiota, que vive en el archipiélago de Kiribati en el Pacífico, asegura que busca un nuevo hogar porque trata de huir del aumento del nivel de los mares y otros riesgos medioambientales causados en su isla por el calentamiento global.
Kiribati, parte de la antigua colonia británica de las islas Gilbert y Ellice (Independizadas en 1979), consta de 32 atolones y una isla de coral, ubicada a medio camino entre Australia y Hawai. El archipiélago se extiende sobre 3,5 millones de kilómetros cuadrados de océano.
Un enclave en riesgo real
El archipiélago, con una población estimada de 100.000 personas, cuenta en sus islas con una altura promedio de 2 metros sobre el nivel del mar, lo que lo convierte en uno de los países más vulnerables ante la subida del nivel de las aguas y otros efectos del cambio climático.
Según informó el New Zealand City, Teitiota pide a la justicia neozelandesa que le permitan apelar ante la decisión previa que denegó su solicitud de asilo, alegando que su demanda no cumplía los requisitos legales establecidos para el estatus de refugiado, entre los que destacan el temor a ser perseguido o amenazas a su vida.
El protagonista de esta historia llegó a Nueva Zelanda en 2007 y tiene tres hijos nacidos allí. Teitiota argumenta que tanto él como su familia sufrirían graves daños si se les obliga a regresar a Kiribati, ya que -a su juicio- no existe un lugar en el país en el que establecerse con seguridad.
«La Convención sobre los Refugiados, que entró en vigor a finales de la Segunda Guerra Mundial, se debe cambiar para incorporar a las personas que huyen de la catástrofe climática, y lo que le pasará a Kiribati en los próximos 30 años será una catástrofe», aseguró el experto en derechos humanos Michael Kidd, abogado de Teitiota, en declaraciones a Radio Nueva Zelanda.
Rechazo a los grupos de presión
Nueva Zelanda y Australia, los dos países más desarrollados del Pacífico Sur, se han resistido a las presiones de los grupos que piden cambiar las leyes de inmigración a favor de las personas desplazadas en el Pacífico por el cambio climático.
«Si bien las condiciones de Kiribati son difíciles, hay pocas posibilidades de que los argumentos de sus habitantes puedan contemplarse en el ámbito de la convención de refugiados o la convención de los derechos humanos de la ONU«, declaró sobre este asunto Jane McAdam, experta en derecho de los refugiados de la Universidad de Nuevo Gales del Sur.