En concreto, la Fiscalía reclama siete años y medio de cárcel para Cristóbal Carlos T.G. mientras que la acusación particular -ejercida por los familiares de la víctima- solicita 22 años. La defensa asevera que el inculpado padece un trastorno mental. El procesado ha recordado que tras la pelea acudió al cuartel de la Guardia Civil de Es Mercadal (Menorca) «lleno de sangre», con la cara manchada, preguntando con quién tenía que hablar puesto que le acababan de «atacar».
«Les dije que me pinchó un tío, a quien después pinché yo, pero que no sabía lo que pasó», ha relatado el acusado. Las acusaciones consideran que, desde el principio, la intención del procesado era acabar con la vida del empresario, pareja sentimental de su exmujer.