No hay Casa Real europea que no se haya visto envuelta, en alguna ocasión en su reciente historia, en escándalos de diversa índole. Desde la »espantá» de Charlene de Mónaco, que a punto estuvo de dejar plantado en el altar a Alberto de Mónaco después de conocer que presuntamente estaba esperando su tercer hijo (tras haber reconocido otros dos vástagos de dos mujeres diferentes), hasta las fotografías del príncipe Harry de Inglaterra disfrazado de nazi, son varias las situaciones delicadas a las que se han enfrentado las casas reales europeas.
La imputación de la infanta Cristina por supuesta «cooperación necesaria» en los delitos de malversación de fondos supuestamente cometidos por su marido Iñaki Urdangarin es sin duda el mayor escándalo que ha afectado a la monarquía española, que hasta ahora había permanecido ajena a todo tipo de fabulaciones o rumores en su contra.
Casa Real británica: Harry toma el testigo de su madre, Lady Di
No ha sido así en el caso de monarquías como la inglesa, que ya desde la abdicación de Eduardo VIII, hermano de la Reina Isabel II, para casarse con una mujer divorciada se ha visto sometida al ojo escrutador de la prensa y a los chantajes de todo tipo. La boda de Kate y Guillermo parece que han dado un respiro a la casa de los Windsor, sacudida por las andanzas del Príncipe Harry, las turbias historias de infidelidades de Carlos y Diana y la verborrea de la princesa Ferggie.
Sarah Ferguson fue »pillada» por News of The World cuando negociaba con un falso empresario el acercamiento a su exmarido, el príncipe Andrés, a cambio de 500.000 libras.
Carlos y Camila protagonizaron durante años una escandalosa relación adúltera que acabó en boda tras la muerte de Diana, y que dejó grabaciones íntimas entre ellos no aptas para menores. Pero además, Diana también reconoció haber tenido un amante y proclamó sin pudor los momentos más infelices de su matrimonio en una mítica entrevista televisiva.
La muerte de Lady Di dio también paso a todo tipo de confabulaciones, desde un atentado terrorista hasta un complot de la propia Casa Real británica para deshacerse de una mujer que se estaba volviendo incómoda.
Años después, su hijo pequeño Harry parece haber adoptado el papel de protagonista de escándalos: su disfraz de nazi en una fiesta de amigos, la publicación de fotos completamente desnudo durante una noche loca en Las Vegas, sus juergas y borracheras y su última »ocurrencia», que matar talibanes era como jugar a la Play, son sólo algunas de las muestras.
Ni siquiera Kate y Guillermo, la adorada pareja de príncipes ingleses, se libran de los escándalos. Y es que las fotografías de Kate en topless publicadas este verano dieron la vuelta al mundo y levantaron ampollas en la Casa Real. Sin contar el suicidio de la enfermera que la atendió durante los días que estuvo ingresada en sus primeras semanas de embarazo, y que fue víctima de la broma de unos periodistas australianos que quisieron hablar con ella.
Casa real noruega, muchos líos de faldas… y pantalones
La llegada de Mette Marit a la corte noruega sucumbió los cimientos de la monarquía, aunque el amor que por ella profesaba el príncipe Haakon pudo con todo y acabó siendo la futura reina de los noruegos. Nacida en 1973, Mette Marit aterrizó en la vida del príncipe heredero con un pasado realmente complicado. En ella no se cumplía eso de «una reina no debe tener pasado».
Porque la noruega, además de plebeya, era madre soltera de un niño que tuvo con un individuo que estuvo preso por tráfico de cocaína; estando embarazada había aparecido en un programa para buscar novio; salió en un vídeo en el que se la veía en actitud más que cariñosa con otra mujer; se habló de su coqueteo con las drogas y su afición a las fiestas rave…
Tanto, que ella misma, el día en que se hizo público su compromiso matrimonial (ya vivían juntos desde hace tiempo, algo nada bien visto en la sociedad noruega para un príncipe heredero), tuvo que reconocer achacándolo a una fase de «rebeldía».
Tampoco se ha librado de estar en el ojo del huracán el marido de la princesa Marta Luisa, hermana de Haakon, que al casarse con él renunció al derecho a ser tratada de alteza real, de modo que se limitó su papel de representación institucional.
Ari Behn es un escritor más que polémico en su país, y más después de haber participado en un vídeo esnifando cocaína junto a prostitutas o de haber sido visto frecuentando locales y zonas de ambiente homosexual.
El matrimonio, que tiene tres hijas, acaba de hacer público que mantiene una relación abierta a terceros. «Nuestro amor es más fuerte que nunca», dijo recientemente Ari Behn, «pero nos permitimos flirtear con otras personas. Si sientes que tu pareja te limita, entonces tienes una relación enferma».
Principado de Mónaco: las hijas, un quebradero de cabeza para Rainiero
Ya la boda de una jovencísima Carolina con un maduro playboy mujeriego, Philippe Junot, destapó la caja de los truenos en un principado que, hasta entonces, había vivido la idílica historia de amor de Rainiero y Grace. Se cuenta que el propio padre de la novia le dijo a Tessa de Baviera, el mismo día de la boda: «No me felicites, mejor dame el pésame».
El matrimonio duró dos años, la princesa se volvió a casar con Stefano Casiraghi, un multimillonario italiano que le dio la felicidad que probablemente nunca tuvo y nunca ha vuelto a tener. La relación con su último marido, Ernesto de Hannover, no debió ser nada fácil debido al carácter violento del príncipe y a su afición a la bebida y a las mujeres.
Pero la que sin duda dio más que hablar durante un tiempo fue Estefanía: su afición al cante pop, su matrimonio con su guardaespaldas Daniel Ducruet que la dejó a la altura del zapato en aquellas imágenes escandalosas con otra mujer en la piscina de su vivienda, su vida de circo, sus amoríos con otro guardaespaldas de cuya relación nació su tercera hija… Dicen que nunca se sobrepuso a la muerte de su madre; iban juntas en el fatídico accidente que acabó con la vida de Grace Kelly.
La última de la familia Grimaldi, la »espantá» de Charlene horas antes de su boda con el príncipe Alberto. En su día se contó que fueron personas de la más absoluta confianza del príncipe los que interceptaron a la joven novia en el aeropuerto con la intención de regresar a su África natal después de que surgieran voces que afirmaban que había una mujer esperando un hijo de Alberto. Y no era el único: el propio príncipe ha reconocido dos hijos nacidos de dos relaciones con mujeres.
Casa Real sueca: el peligro está en los novios
La boda de Victoria de Suecia, heredera al trono, con su entrenador personal, tuvo que retrasarse años y años hasta que el parlamento la aprobó. No se veía con buenos ojos que el marido de la futura reina fuera monitor de gimnasio. Lo cierto es que, además, había un problema añadido: Magdalena de Suecia no podía casarse con su novio hasta que no se casara la heredera.
En otoño de 2002, Magdalena conoce a Jonas Bergström a través de amigos comunes. Poco después, comenzaron a quedar. La primera cita fue en un elegante restaurante italiano de Estocolmo. Se hicieron novios y en 2003 se van a vivir junto a un céntrico piso de la capital.
Magdalena siempre quiso casarse con Jonas, pero tenía un impedimento: su propia hermana Victoria. Y es que según la Ley sueca, los hermanos de la heredera no pueden contraer matrimonio hasta que ella no lo haga. Y en Suecia todo el mundo sabía que la princesa Victoria tenía un novio desde hacía años, su entrenador personal Daniel Westling, con el que no podía casarse hasta que su padre y el parlamento diera su aprobación… Y esta no llegó hasta 2009.
Poco después de hacerse público el anuncio de boda de la princesa Victoria se hacía público el compromiso de la princesa Magdalena con Jonas. Era el 11 de agosto de 2009, uno de los más felices de la vida de Magdalena. Pero un escandaloso episodio de infidelidad por parte de Jonas que fue aireado en la prensa mundial acabó con los sueños de boda de la princesa y con 8 años de relación. En abril de 2010, la Casa Real sueca anuncia que se ha roto el compromiso.
Magdalena, destrozada, puso tierra de por medio y se estableció en Nueva York. Allí, el amor volvió a llegar a su vida bajo el nombre de Chris O»Neill, con quien se casará el 8 de junio de este año.
Pero los reyes de Suecia, Carlos Gustavo y Silvia, también han tenido disgustos con la novia del hijo mediano, el Príncipe Carlos Felipe. Y es que la joven Sofia Hellqvist, ex camarera y modelo, a la que el príncipe conoció en un club de striptease, que además ha participado en un reality televisivo, ha protagonizado algunas fotos semidesnuda y subidas de tono que la Familia Real pidió no publicar.
Al margen de los líos de faldas de los que no se ha librado ni el propio rey (se dice que se relaciona con prostitutas y que tiene una amante), la heredera Victoria tuvo que enfrentarse a una denuncia por corrupción al haber aceptado que su luna de miel, que fue valorada en un millón de euros, se la pagara un millonario sueco.
Casa Real belga: desvío de fondos para gastos particulares
Ni siquiera la tradicional monarquía de los belgas se ha visto libre de escándalos. Tras un tranquilo reinado de Balduino y Fabiola, que no tuvieron hijos, la corona pasó al príncipe Alberto, hermano menor de Balduino, a la muerte de éste.
Ha tenido que hacer frente a una acusación prácticamente reconocida de una relación con una mujer de la que nació una hija, y a los escándalos protagonizados por su hijo pequeño.
Y es que el príncipe Lorenzo presuntamente desvió fondos de la marina belga para sufragar gastos personales, una noticia que saltó en 2006. Cuatro años después, un libro hacía saltar por los aires una de las historias recientes de príncipes herederos casados por amor.
La obra, escrita por un periodista, señalaba que el príncipe heredero Felipe fue presionado para casarse con Matilde, y que a su vez mantenía una «estrecha relación de amistad» con un hombre. La Casa Real belga ha calificado todo de injurias.
Casa Real holandesa: el dinero, en paraísos fiscales
Tampoco se libran de los escándalos los ya casi reyes de Holanda. En 2001 saltó la noticia de que Máxima Zorreguieta y el príncipe Guillermo habían utilizado algunos paraísos fiscales para pagar al menos parte de la lujosa mansión de vacaciones que se habían construido en Mozambique.
Algunos de estos paraísos fiscales fueron la isla de Jersey, en el Canal de la Mancha, aunque «siempre dentro de la legalidad», según precisó la Casa Real, que añadió que la pareja nunca tuvo ningún tipo de beneficio fiscal.
Casa Real danesa, el problema fueron los celos
La familia real de Dinamarca es la que mejor sale parada, al menos en los últimos años, al margen de un intento de desestabilización del sólido matrimonio formado por Mary y el príncipe heredero Federico, cuando en 2008 se dijo que su cuñado, el príncipe Joaquín, bebía los vientos por ella.
Lo cierto es que la segunda mujer de Joaquín, Marie Cavallier, comparte no sólo el nombre con su concuñada, sino también una gran parecido físico.