Desde el inicio, el jurado del programa destacó como punto positivo la energía y la entrega de Vicky en los fogones. Lejos de ser una de las concursantes con mayor nivel a su llegada, sus fallos y errores en las pruebas eran notables, sin embargo, siempre Jordi, Pepe o Samantha encontraban algo en sus elaboraciones digno de reseñar y que, en parte, cubría cualquier error.
Agobios, prisas, falta de tiempo o espontaneidad son algunas de las características constantes en todas las pruebas de esta mallorquina que, pese a ello, ha ido experimentado una fuerte evolución programa a programa, lo que no ha pasado desapercibido para el jurado que la ha considerado la más fuerte de todos los aspirantes en esta segunda edición cuando a falta de algunas galas para la conclusión pocos pensarían en ellas como una posible ganadora.
Vicky se embolsará por la victoria 100.000 euros en metálico, verá publicado su propio libro de recetas y se alza con el trofeo que le acredita como la ganadora de la segunda temporada de «MasterChef». Además, continuará con su formación cursando en la prestigiosa escuela culinaria «Le Cordon Bleu», donde también estudiarán los otros dos finalistas.