Con una gran sonrisa y mucha esperanza. Así afronta ahora la vida Terelu Campos, después de haber pasado por un cáncer de mama en el último año. Hace sólo unos días terminaba su tratamiento de quimioterapia y ahora ha amadrinado la nueva campaña contra el cáncer de mama de Ausonia y la Asociación Española Contra el Cáncer, para animar a todas aquellas personas que están pasando por este duro trance y, sobre todo, para lanzar un mensaje positivo e invitar a la prevención.
Teinteresa.es ha hablado con Terelu sobre el último año, cómo ha vivido estos meses y cuáles han sido sus grandes apoyos (su madre, su hija Alejandra y su novio, Carlos) en este tiempo. Terelu asegura que cuando tienes cáncer ya no puedes vivir tranquila, pero su optimismo es palpable en cada una de sus palabras.
Estás guapísima Terelu, ¿ese bronceado de dónde ha salido?
He estado seis días en México con mi hija, lo necesitaba porque llevaba un año y pico horroroso, no había tenido vacaciones y además se lo había prometido a mi hija que cuando terminara el tratamiento me la llevaría a algún sitio y las promesas hay que cumplirlas.
¿Cómo resumirías este año en el que has pasado por un cáncer de mama?
Complicado. Lo que más he temido ha sido la quimioterapia. Cuando te das la primera sesión no sabe qué te va a pasar en tu cuerpo, es un miedo absolutamente racional porque al final es un veneno que te dicen que cura, pero claro, no sabes cómo reaccionarás. Me quedé tranquila porque mi cuerpo reaccionó bien, ha sido muy fuerte y fueron muy importantes las palabras de mi oncólogo, que siempre me decía: “me quito el sombrero ante sus análisis”. El cuerpo va sufriendo y de hecho la última no me la pudieron dar a pesar de que mi cuerpo era increíblemente fuerte. Algunos pacientes en la primera les tienen que transfundir.
Has terminado el tratamiento, ¿ahora te sientes más tranquila?
Nunca se puede respirar tranquila. Cuando tienes un cáncer nunca puedes respirar tranquila.
¿Qué te ha hecho ver el cáncer? ¿Ha cambiado tu forma de ver la vida?
La fragilidad de la vida, que hoy estás y de pronto no. Yo volvía de Hawaii de vacaciones cuando me noté en el pecho el bultito. Por eso hay que repetir lo importante que es la autoexploración, las revisiones. Yo me lo detecté yo y no tardé en reaccionar. El mismo día llamé a mi ginecólogo para que me lo viera.
En un principio llevaste lo que te pasaba en secreto, ¿por qué lo hiciste?
Intenté que tuvieran ya todos los datos. Lo llevé sola al principio. Sé que iba a ser un mazazo para mi madre y no es igual decir ‘tengo un bulto y es cáncer’ a decir ‘tengo un bulto, es cáncer, pero se puede curar, es pequeño, me lo van a quitar, me van a dar quimio y radio por mi edad…’. Prefería darle ya todos los datos.
¿Has descubierto que eres una mujer muy fuerte, más de lo que pensabas?
Sí, más de lo que pensaba. Incluso hay momentos que he pensado que era inconsciente. Hay momentos que sabes lo que tienes pero aparcas el significado de la gravedad. Para luchar necesitaba apartar eso.
Tú eres católica, ¿has rezado mucho estos meses?
Sí. Rezo mucho. Llevaba como 17 medallas al cuello de gente que me mandaba pero me dio una reacción y me las tuve que quitar. Pero las llevo conmigo en el bolso. Tengo un altar en mi casa encima de un radiador lleno de estampitas.
El cáncer se ha cebado con vuestra familia…
Demasiado cerca y demasiadas veces. También a los hermanos de mi madre, mi hermana, mi madre y yo. El cáncer tiene un componente genético y eso está claro.
«Lo que peor he llevado ha sido la caída del pelo»
¿Cómo ha sido la reacción de tu hija?
Mi hija siempre me decía que estaba muy guapa. Al principio no quería que me viera sin pelo. Yo no me quedé calva del todo pero me rapaba para no verme peor. Ella quería verme y decidí enseñarle para que no pensara que era peor. Con el que más me costó descubrirme fue con Carlos, mi chico. Yo llevaba peluca y en casa un gorrito y hasta así dormía por la noche. Un día ya me dijo que era una estupidez.
¿Lo que peor has llevado ha sido el tema de la caída del pelo?
Es lo que peor he llevado sin duda y sobre todo por mi trabajo. No quería ponerme un pañuelo porque creía que iba a ser muy morboso. No me hubiera puesto peluca jamás si no hubiera tenido un trabajo público. La odiaba. Había mucha gente que creía que no se me había caído el pelo. Al final con mis amigos me la quitaba porque no la soportaba y mis amigos se la ponían. Hay que darle normalidad y sacar el sentido del humor porque no queda otra.
«Mi chico ha sido el que más piropos me ha dicho»
Después de lo que habéis pasado juntos, ¿te planteas pasar por el altar?
No tengo planes de boda. A los seis meses de conocernos me detectaron el cáncer, así que no hemos tenido ni tiempo para disfrutar de una relación normal. Y es lo que queremos ahora. Él es el que más piropos del mundo me ha dicho.
Él ha sido tu gran apoyo…
Agradezco mucho al departamento de maquillaje y peluquería de Telecinco porque me acompañaron a comprar la peluca, me maquillaban aparte para que no me vieran todos… y el día que llegué y dije que se me estaba cayendo el pelo, me lo cortaron y no sabes cómo lloraba. Le mandé una foto a Carlos y me decía que no me dejara más el pelo largo.
¿Vas a dejarte el pelo cortito?
De momento hasta después del verano y ya por comodidad. He sido una esclava del pelo, podía ir a la calle con la cara lavada pero sin peinar nunca. Y ahora con gomina, lo apaño, o me puedo bañar en la piscina sin problemas.
O sea, que dirías que es el hombre de tu vida…
Eso espero, si no sale corriendo, o no salgo corriendo yo, que también soy muy dada.
¿Cómo afrontas ahora el día a día?
Con esperanza, pero con cierto miedo también. Espero una analítica y un electrocardiograma que tengo que hacerme esta semana. Ahora me tienen que quitar el catéter, que es horroroso y estoy loca porque me lo quiten.
¿El trabajo ha sido clave para ti durante la enfermedad?
‘Sálvame’ ha sido fundamental. Tú entras allí y ya no te acuerdas de tu vida, empiezan a lanzarse cuchillos y no piensas que estás mala. Yo me lo paso muy bien.
¿Echas de menos a Kiko Hernández?
Echo mucho de menos a Kiko. Es una persona con unas cualidades televisivas como nadie. Yo le mando mensajes y está encantado ahora mismo. Lo entiendo porque es super profesional y ha tenido mucho desgaste.