Consciente del cariño y respeto que provoca en el público, el tenor llegó al teatro acompañado de algunos familiares y aseguró que el público iba a disfrutar mucho con la actuación: «Yo creo que van a disfrutar de la música del maestro Granados y del maestro Puccinni y es la obra póstuma del maestro Granados y la parte del medio que canto espero que también sea del agrado del pueblo».
A las puertas atendió a algunos seguidores que le esperaban en la entrada del Teatro Real. Una noche inolvidable para el público de Madrid que disfrutó de la mejor versión de Plácido Domingo entre las óperas Goyescas y Gianni Schicchi.