Más tapada de lo normal, Rihanna fue la anfitriona de lujo en la primera fiesta benéfica Diamond Ball, que se celebró en el Vineyard de Beverly Hiils, y contó con la presencia de muchas celebs, como Kim Kardashian y Salma Hayeck, que rivalizaron en estilo con la cantante.
Zac Posen firmaba el impresionante vestido que lució Rihanna, que sacó su lado más solidario para recaudar beneficios para Fundación Clara Lionel, con escote corazón y que se ceñía a su curvilínea figura, que combinó con un llamativo collar de Chopard, la misma marca de sus pendientes.
El look beauty estuvo a la altura del outfit. La cantante, a quien no le gusta pasar desapercibida, optó por un maquillaje en el que los labios, color marsala, fueron los auténticos protagonistas. Para el pelo optó por un postizo, gracias al que lució una coleta XXL.
Kim Kardashian, que estuvo acompañada por su madre, Kris Jenner, escogió un look en total black, pero no por eso más discreto que el de la cantante. La socialité se decantó por un modelo de malla y brillos de Alexandre Wang para Balenciaga.