El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, ha sido inmortalizado en Roma por fotógrafos italianos cuando conducía sin cinturón de seguridad y hablaba por el teléfono móvil sin auriculares, ha informado el semanario »Oggi».
Los medios de comunicación italianos que se han hecho eco de la información liman asperezas a la imprudencia del presidente italiano del BCE.
Las infracciones podrían costarle hasta 700 euros y restarle diez puntos de su carné, pero humanizan al funcionario porque va sin guardaespaldas, conduce un utilitario y no «esos coches azules oficiales» de altísima gama que recorren Roma, refiere el periódico »Corriere della Sera».
Por tanto, «bajo consumo, bajas emisiones y plenamente en línea con el clima de austeridad que aflige a todo el continente», agrega. Draghi se ha hecho cargo de la presidencia del Banco Central Europeo el 1 de noviembre de 2011.