No han pasado ni 24 horas desde que la pareja real abandonara la clínica londinense en la que recibieron a su primer hijo para instalarse de nuevo en el palacio de Kensington, residencia oficial de los duques de Cambridge. Sin embargo, un día después, ambos han emprendido un nuevo viaje con su primogénito, George Alexander Louis, que les ha trasladado hasta la localidad de Bucklebury, al sureste de Inglaterra, donde los padres de Catalina tienen su mansión familiar y donde pasarán los primeros días de vida del recién nacido.
Antes de abandonar la capital británica, en el mismo vehículo que ayer transportó a la familia desde el hospital hasta su residencia, el príncipe Guillermo presentó a George Alexander Louis a la persona que actualmente ocupa el cargo que él ostentará en un futuro, la reina Isabel II, quien acudió al palacio de Kensington para conocer a su bisnieto poco después de que lo hiciera el príncipe Enrique. Una vez solventados todos sus compromisos familiares, los duques y el pequeño príncipe de Cambridge pusieron rumbo a su actual destino vacacional, llegando a la casa de los Middleton alrededor de las dos de la tarde hora local bajo fuertes medidas de seguridad.
La visita de quienes todavía monopolizan la atención mediática en las Islas Británicas no pasó desapercibida para los vecinos del pequeño pueblo donde residen los Middleton, ya que antes de que Catalina y Guillermo hicieran acto de presencia en la zona la carretera que da acceso a la propiedad de Carole y Michael Middleton ya estaba acordonada y custodiada por un furgón policial y varios agentes armados.
Se desconoce el tiempo que pasarán los duques de Cambridge en el tranquilo condado de Berkshire, pero la prensa británica está convencida de que su estancia no durará menos de una semana, aunque también se especula con la posibilidad de que Catalina decida quedarse con sus padres mucho más tiempo del que podría disfrutar su marido, quien dentro de dos semanas deberá reincorporarse a su puesto como piloto de rescate en la fuerza aérea al ver terminada su baja por paternidad.
El recién nacido príncipe de Cambridge ocupa el tercer puesto en la línea de sucesión al trono británico. Aunque el pequeño posiblemente no recordará la sucesión de personalidades que ha conocido en sus dos días de vida, George Alexander Louis ya ha compartido habitación con todos los miembros de la familia real británica a excepción del príncipe Felipe, duque de Edimburgo, quien todavía se recupera en el hospital de una reciente operación.