El futuro fichaje centrocampista del Real Madrid, Gareth Bale, no es sólo un galáctico jugador sino que también tiene matrícula de honor como marido, padre y como hijo. Eso es al menos lo que hasta ahora ha reflejado la prensa británica, que aunque ahora se mofe de él vistiéndole de torero, ha reconocido siempre que era difícil sacar de él una portada que no fuera de un partido.
Lejos de las polémicas de jugadores como Beckham, Rooney, Andy Cole… y otras estrellas que también han sido protagonistas en la prensa más sensacionalista, Bale, en apariencia es un chico normal, salvo por las cifras que se manejan a su alrededor. Hasta un hombre tan moderado como Tata Martino, ha declarado que le parecían una falta de respeto. Bale no ha faltado al respeto a nadie hasta ahora que se sepa, lo que sí ha hecho es demostrar carácter para enfrentarse a su jefe y decir: «O me dejas irme al Madrid o no juego más».
El futbolista galo es un hombre tradicional y correcto que no atiende a ningún vicio. Le encanta pasar su tiempo libre en su residencia en Essex, condado al este de Londres, acompañado de su mujer, su compañera de clase a la que conoció a los 11 años, y de su hija pequeña Alba Violet. Un modelo ejemplar para otros futbolistas estrella conocidos por su obsesión por la moda, su fama de rompecorazones o su perfil publicitario. Sí, todos sabemos a quién nos referimos.
Bale se toma su profesión muy en serio, pero sin descuidar la vida familiar. El día que nació su hija, rechazó jugar un partido contra el Chelsea por quedarse con su mujer y la recién nacida.
El ocio para él está en su hogar, y es el primer lugar al que se dirige después de cada partido y entrenamiento, sin dejarse llevar por otras distracciones. Además, el increíble futbolista y hombre ejemplar no tiene ningún vicio: ni fuma, ni bebe, ni le gusta la fiesta. Su mujer Emma Rhys-Jones puede estar muy tranquila, una joven natural y discreta que prefiere pasar desapercibida ante la prensa llevando una vida normal.
Su padre siempre ha sido un referente en su carrera
Gareth Bale siempre ha tenido a su padre como referente y apoyo en su carrera profesional. “Él es quien siempre ha estado ahí, es mi héroe y ha sido la mayor influencia en mi vida”, dice orgulloso Bale al hablar de él. Gracias a su padre, Bale inició su carrera futbolística, ya que era quien le llevaba todos los días al entrenamiento, con largas horas de carretera por delante. Y eso no se olvida. Ni aunque media Europa se pelee por uno.
Pero el jugador que ha revolucionado el verano futbolístico también sabe lo que es estar al borde de la retirada. El lo sufrió a los 16 años, debido a sus problemas de espalda causados por un repentino crecimiento en la adolescencia. Bale era bajito y de prontó creció hasta el metro 86 centímetros, un cambio que sus huesos no fueron capaces de sostener. Una vez recuperado, Bale retomó su afición gracias a una beca del Southampton, durante la cual permaneció una temporada fuera de su hogar, algo que no afectó en sus lazos familiares ni en su vida sentimental, ya que Emma, que por entonces era su novia le esperó sin problema reforzando su amor, según publica en diario El Mundo.
Bale superó las dificultades y fue el segundo jugador más joven en debutar en la Premier después de Walcott, entrando con 16 años y 275 días en el equipo que le había becado anteriormente. Así se inició en el Southampton, de donde partió en 2006 rumbo al Arsenal, y en 2007 a los Spurs.
Pero Bale, que nadie se asuste, tiene un defecto: una difícil adaptación. Al jugador le cuesta dejar las costumbres que ha adquirido previamente, y esto chocará con su llegada a España, donde deberá afrontar una cultura diferente. Es es su reto. Mientras hará famoso ese gesto que ha sido capaz de patrocinar: el corazón tras marcar un gol. El Madrid espera que Bale sea su as de corazones. Visto lo visto será en el campo, claro.