A Luis Miguel se le avecinan problemas. William Brockhaus, su ex representante, ha presentado una demanda por 1,8 millones de euros en un tribunal de Texas por haber incumplido un contrato.
El cantante, por su parte, no está de acuerdo. Sostiene que esa acción judicial no procede y solicitó la transferencia del caso a la jurisdicción federal por tratarse de un asunto entre residentes de dos estados diferentes, ya que él tiene domicilios en Florida y California, y Brockhaus vive en Texas.
Pero esto no es nuevo, ocurrió el 22 de septiembre del año pasado, aunque hasta febrero no ha sido aprobada la petición del artista.
Al parecer, Luis Miguel contrató los servicios del que fuera su representante en de julio de 2012 para que organizara sus giras, pero el artista se negó a pagarle a pesar de haber reducido un 25% los costes.