Tal y como han comunicado a Europa Press fuentes del cuerpo, fueron los propios trabajadores de una farmacia ubicada en la calle Baiona los que avisaron sobre las 14,15 horas de que se había inflamado uno de los recipientes.
Hasta el lugar se trasladaron un primer salida y un camión cisterna con dos conductores, cuatro bomberos y un mando, que apagaron las llamas con un extintor de CO2, ante el peligro de utilizar agua sobre ciertos materiales.
Según han indicado las mismas fuentes, como recibieron el aviso pronto, el fuego no revistió «mayor gravedad» y sólo se vio afectado uno de los recipientes.