En su primera intervención en la Cámara durante el debate de las cuentas, el veterano político ha lamentado que, si bien las instituciones están obligadas a «estar al servicio de los ciudadanos», ponen a éstos «al servicio de sus amos: los banqueros, los ladrones…». «Y no hablo de corrupción», ha apostillado.
Dicho esto, ha advertido una vez más de que los ciudadanos se rebelarán contra «ese poder ilegítimo». «Cuando rompan los diques, los van a barrer», ha espetado a la bancada popular, a la que ha recomendado que «aprendan a nadar».