La marcha a pie se iniciará a las 9.00 horas en la puerta de Navantia Ferrol, la antigua Bazán. Los representantes sindicales se unirán después con sus compañeros en el astillero de Fene y juntos se dirigirán por la N-VI hasta el Ayuntamiento fenés, para hacerle entrega al alcalde, Gumersindo Galego, de una carta sobre sus reivindicaciones. A continuación, proseguirán por Cabanas y Pontedeume, siguiendo la ruta del Camino Inglés. Por la tarde, continuarán la ruta hasta Miño y pernoctarán en el pabellón municipal.
El miércoles 8 de febrero la movilización se iniciará a las 10.00 horas en Miño y discurrirá por la AC-164, la AC-0811 y la N-VI, por el municipio de Bergondo, hasta el lugar de O Carballo, en el Ayuntamiento de Oleiros. Finalmente, el día 9, la protesta llegará hasta A Coruña. A los delegados sindicales se les unirán los trabajadores de Navantia Fene-Ferrol y de las compañías auxiliares, que se desplazarán en unos 60 autobuses. El punto de encuentro será la zona de Casablanca en torno a las 9.45 horas.
MANIFESTACIÓN
Desde este lugar, partirá la manifestación con casi 4.000 operarios que llegarán hasta la plaza de Ourense, ante la Delegación del Gobierno, en coincidencia con la reunión que los representantes sindicales tienen prevista con el delegado del Gobierno, Samuel Juárez, a las 10.45 horas.
La movilización se enmarca en el calendario de protestas aprobado por los trabajadores para reclamar soluciones ante la situación crítica en la que se encuentra el sector, ante la falta de nuevos contratos. Los sindicatos calculan que hacia el verano saldrán de los astilleros públicos de la ría la F-105 »Cristóbal Colón» y el primero de los LHD que se construye para Australia, y se finalizará en construcción el segundo LHD.
En este contexto, la grada de los astilleros públicos en la Ría de Ferrol quedará por primera vez en su historia sin ningún barco en construcción, lo que hace temer por el futuro de los 2.300 puestos de empleo de Navantia pero sobre todo por los más de 3.000 de las industrias auxiliares.
En los últimos meses, casi 800 operarios de subcontratas se han quedado sin empleo y se prevé que la situación empeore, con «un chorreo continuo» de puestos de empleo, según han alertado los sindicatos.