Isabel Petinal cambió todos sus planes de joven con su primera hija. Su sueño era graduarse en Ingeniería Industrial y disfrutar de la vida lo que pudiese. Pero las cosas cambiaron cuando en tercero de carrera conoció a su marido y a los seis meses, fruto del amor, nació María.
Esta madre de ocho niños recuerda entre risas que “cambié todos los planes que yo tenía en mi vida. Tras nacer la primera, fue un no parar”.
La organización ha sido esencial en su casa y los más mayores siempre han tenido que cuidar de los más pequeños. “Cada uno tiene unas tareas dependiendo de la edad y sus horarios de estudio”, cuenta Isabel.
Ahora es más difícil que todos se sienten a comer porque los niños crecen y tienen horarios diferentes. Pero el fin de semana, por norma, todos tienen que sentarse a la mesa juntos para compartir un rato y ponerse al día entre ellos.
“Ser familia numerosa es una aventura”
Se siente indignada por las casi inexistentes ayudas que hay en España para familias como la suya. Los problemas con el coche por no tener el carnet de microbús, la falta de becas de libros y comedor, apenas ninguna ayuda directa,… son algunas de las acciones que Isabel hecha en falta que ya se aplican en países como Francia o Alemania.
“Yo he tenido que dejar de trabajar, aunque intenté compatibilizar las dos cosas, pero al no tener apoyos por ningún lado la cosa se hizo bastante complicada. No nos dan ninguna ayuda de libros ni de comedor ni nada. Por esa razón tuve que dejar de trabajar porque solo el comedor nos costaba 1.200 euros y era mejor que yo me quedara en casa. Las ayudas son mínimas. Ser familia numerosa es una aventura”, señala.
Además, esta mujer de 40 años destaca sorprendida que “me daban más dinero mensual por un hijo con una discapacidad del 35% reconocida que por los otros siete juntos. Esto demuestra lo que cuenta para el Estado tener una familia numerosa y eso que serán los que pagarán las futuras pensiones”.
Y ya no es solo por las ayudas. Isabel y su familia se ha sentido más de una vez acosada y discriminada porque “nos miran mal cuando vamos todos juntos. A la gente le parece una barbaridad tener tantos niños y es una odisea a cada sitio al que vamos, sobre todo cuando eran más pequeños”, recuerda esta madre.
Durante sus paseos han tenido que aguantar miradas y comentarios de aquellos que se encontraban por la calle, ¡incluso han llegado a santiguarse delante de ellos al verles!
El cine o el restaurante, actividades de lujo
Hay que apretarse el cinturón cuando se es familia numerosa y la de Isabel no es menos. Aunque los productos esenciales siempre llenan los armarios Isabel hace hincapié en que ellos son de marcas blancas. “Aunque nos escatimamos en cosas básicas, hay que intentar que sea el gasto menor posible, indica.
Ir a un restaurante o al cine, son actividades de lujo, señala Isabel. “Ir todos juntos a cualquier parte es una aventura por el gasto que conlleva por lo que lo hacemos de vez en cuando, con alguna celebración”, sentencia.
Con las vacaciones han tenido más suerte ya que su suegro es de Cartagena y siempre pueden hacer una pequeña visita al “abuelo” y pasar unos días en la playa. Además se benefician de un programa de acción social del ejército que ofrece viviendas para el verano con una rebaja del 35% en el alquiler para familias como la Nieto Petinal. Una suerte de la que muchos no pueden disfrutar.
Isabel es feliz con su numerosa familia. E incluso se atreve a tener más hijos. Ya han valorado el adoptar. Esta madre recuerda que es “esencial mantener la salud de la pareja, con sus ratos a solas para hablar y estar juntos, para mantener la salud de la familia completa.