“Conocí a Rosa hace once o doce años en el Tozal, un lugar en Huesca donde veraneamos mi familia y la suya, y coincidimos. Yo no conocía a nadie. Un día en la piscina Rosa se me acercó y se puso a hablar conmigo. Me preguntó cuántos hijos tenía y yo, en ese momento, me sentí como un héroe porque tenía dos pequeñitos y estaba esperando el tercero, así que le dije muy orgullosa que estaba embarazada del tercero. Me sentí comprometida a devolverle la pregunta y ella me contestó que quince, y yo le pregunté, ¿quince qué?, y ella dijo, ‘pues eso, quince hijos’”, recuerda Inés García Paine, madre de siete niños y encargada de introducir a Rosa en la presentación de su libro ‘¿Cómo ser feliz con 1, 2, 3… hijos?’.
“Rosa es una mujer que cuando pasa por tu camino no te deja indiferente, cuanto menos te sorprende, aunque sea por el número de hijos que la sigue”, añade. “Desde que la conozco me produce una gran admiración y cada vez que la conozco más, más admiración me produce”, asegura Inés.
Rosa es el gran ejemplo de »Yes, We Can»
Para ella Rosa es una persona sencilla que sabe dar prioridad a aquellos aspectos de la vida a los que realmente hay que dársela. “Te ayuda aunque no se lo pidas ni le preguntes. Es el ejemplo del ‘Yes we can’, podemos. Al final nuestro gran tesoro es la familia, sabemos que es lo importante pero no le damos la importancia que requiere o no sabemos cómo gestionarlo, porque hay que poner muchísimo corazón, pero también cabeza, estrategia, y trabajo”.
No obstante, Inés sabe cuál es el gran secreto de Rosa. “Detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer pero también detrás de una gran mujer hay un gran hombre, y ese es Chema, el principal secreto de Rosa. Forman un equipo muy unido, y para mí son un gran ejemplo”, asegura.
“Lo más importante es que con el marido estés bien. Si un papá y una mamá están fuertes, los hijos estarán fuertes. A veces tenemos que hacer verdaderos sacrificios, no nos apetece salir, estamos agotados, hemos tenido un día caótico, en el trabajo hemos discutido, por la tarde los niños se han peleado… Entonces nos ‘escapamos’ y tenemos ese tiempo para nosotros… Simplemente salimos a dar una vuelta a la manzana, sin el móvil, sin nada que interrumpa, y hablamos durante veinte minutos… Yo creo que es importante”, indica Rosa Pich-Aguilera Roca.
«Lo mejor que pueden ver los hijos es que lo primero para un padre es… su pareja»
“Si los niños ven que papá y mamá se quieren, crecen con autoestima, seguros, no tienen problemas de ansiedad… Yo creo que los niños necesitan ver que un papá y una mamá se quieren, necesitan contemplar ese beso de papá a mamá cuando llega a casa, que escuchen ‘espera hijo, saludo primero a mamá y ahora hablo contigo’. Es importante que papá diga que mamá es lo primero y que mamá diga que papá es lo primero”, indica Rosa, que el 15 de julio de 2014 celebrará junto a Chema 25 años de feliz matrimonio.
Darse espacio y ver a los amigos, imprescindibles para la armonía familiar
No obstante, como todas las parejas, Rosa y Chema también discuten. Intentan escaparse un par de días en torno a la fecha de su aniversario y en el libro recuerda cómo este año su salida romántica comenzó con las primeras 24 horas sin hablarse. “Sí, lo hemos pasado fatal, hemos intentado reconducir la situación pidiendo perdón, y el segundo día ha ido mejor”, relata en ‘¿Cómo ser feliz con 1, 2, 3… hijo?’, en el que reconoce que es normal que haya diferencias cuando se quiere a otra persona y se le exige, intentando que sea feliz.
Al igual que dedicarle tiempo de calidad a la otra persona, también es muy importante guardar algún momento del día para uno mismo. “Las mamás tenemos que ser un poco egoístas y buscar nuestro tiempo. Nuestro marido nos querrá mucho y nos dirá que tenemos que cuidarnos, pero no que nos sentemos y que nos relajemos”, bromea Rosa.
“Cada persona tiene que ver qué es lo que le gusta hacer. Algunas disfrutarán leyendo, otras yéndose de compras, tomando un café con las amigas… A mí me gusta el pádel, y en verano, en vacaciones, juego cada día. Ahora, en invierno, como un bocadillo y juego los lunes, al mediodía. También me gusta ir a andar con alguna amiga, y con mis hijos, y así aprovecho para hablar con ellos.
En ‘¿Cómo ser feliz con 1, 2, 3… hijos?’ Rosa dedica un capítulo a la importancia de salir con los amigos. “Es una obligación y una necesidad para una buena armonía matrimonial y, por así decirlo, para la paz familiar”, relata en el libro donde reconoce que en su casa tienen invitados casi a diario. “Si no hay presupuesto para ir a un restaurante, se monta la cena en casa y cada uno trae su plato. Y así, salen esas pequeñas manías que tenemos todos y, entre risas, se quita hierro al asunto y no es motivo de enojo o disputa matrimonial”.