La historia de la “yaya” Elena es una historia al uso, pero hoy es su día, el día de los abuelos, y por eso celebramos sus victorias.
Elena tiene 76 años recién cumplidos, cuatro hijos: Elena, Montse, Luis Fernando y Carlos; y cuatro nietas: Marta, Teresa, Elena y Victoria. ¿Ha cuidado a todos? Así es. Pero, ¿qué quiere decir cuidar? Quiere decir que esta señora ha educado a sus hijos y a sus nietas, ha dado de comer a todos ellos, ha lavado y planchado su ropa, les ha acompañado al colegio y al hospital, les ha dado algún que otro capricho y alguna que otra reprimenda. Hasta aquí, todo normal.
Pero, y si te digo que Elena ha escuchado los secretos inconfesables de sus nietas, que ella ha sido el hombro donde han llorado desde Marta hasta Victoria. Y si te digo que Elena le ha dicho a sus nietas cuando apenas sabían leer “estudiad, tenéis que ser independientes, no podéis estar atadas a nadie”, y eso han hecho sus descendientes. Su figura ha sido la clave.
Se habla del papel de los abuelos como fundamental para los padres que trabajan, esos que no tienen dónde dejar a los niños, esos que no saben qué hacer con los pequeños. Se habla de los abuelos como pilar necesario porque la jornada laboral de los hijos es incompatible con el cuidado de sus retoños. Se habla de los abuelos como los que salvan la papeleta a los jóvenes con hijos y poco dinero.
En un reciente estudio publicado por Mensajeros de la Paz y realizado por Sigma Dos, revela que en la actualidad más de la mitad de los abuelos españoles (55,9%) confiesa ayudar a sus hijos como consecuencia de la crisis económica, ya sea económicamente o en el cuidado de los nietos.
Elena ha salvado y salva muchas papeletas, pero sus victorias van mucho más allá, “gracias a Dios” como diría ella. Porque la “yaya” no es mera cocinera, aunque haga un arroz con leche para chuparse los dedos, no es mera modista, aunque arregle una falda en cinco minutos y no es mera recoge niños del cole, aunque lo haya hecho desde que se jubiló.
Esta abuela es ejemplo de lo que significa una familia, estar ahí siempre.