¿Te acuerdas del famoso anuncio de Bruce Lee? Bueno, era de BMW. Pero los que no pudimos comprarnos el coche, nos acordamos sobre todo del filósofo-actor: “Vacía tu mente. Libérate de las formas. Como el agua. Pon agua en una botella y será la botella. Ponla en una tetera y será la tetera. El agua puede fluir… o puede golpear. Sé agua, amigo”.
Es difícil ceder en el fuego cruzado de una discusión familiar. Si ya somos rigiditos con nuestros puntos de vista en condiciones normales, la cosa puede empeorar en el fragor de la batalla. ¡¿Que yo tengo que cambiar en esto o en aquello?! ¡¡¿Yo?!!
Y es probable que el principio Bruce Lee –el de la flexibilidad de mente– nos supere en plena discusión doméstica. Ni agua ni leches. Pero podemos recurrir a él más tarde. ¿Qué es lo esencial de lo que me han querido transmitir? Se trata de olvidar las frases excesivas y aisladas (las que se dicen en los Momentos Ira de Titanes) y de analizar, en cambio, el mensaje de fondo; la crítica valiosa o la demanda que exige de nosotros una respuesta positiva. Para no quedarnos anquilosados en unos puntos de vista y unas formas de ser que hasta a nosotros nos aburren.