Explica la organización agraria en nota de prensa que Agroseguro acaba de publicar que todas las comarcas de la provincia de Cáceres han registrado grados de sequía extrema.
Pero, por el contrario, esta misma calificación sólo la reciben en la provincia pacense las comarcas de Alburquerque y Badajoz, quedándose fuera –de «forma ilógica» para APAG Asaja, dado que no ha llovido tampoco en ninguna de ellas–, las de Almendralejo, Azuaga, Castuera, Don Benito, Herrera del Duque, Jerez de los Caballeros, Llerena, Mérida, Olivenza y Puebla de Alcocer.
Para Manuel Laparra, presidente de la organización, todos los ganaderos de la región están padeciendo por la falta de lluvias un problema «gravísimo» y no entiende por tanto el porqué de esta calificación tan diversa realizada por Agroseguro que, a su juicio, «produce un agravio comparativo claro totalmente injusto».
«Nuestra organización se alegra de que al menos aquellos ganaderos que haya suscrito el seguro y tengan su producción en las zonas donde sí se ha declarado sequía extrema pueden sentirse en parte aliviados, aunque de ninguna de las maneras, con esta calificación, se resuelven sus problemas», sentencia Laparra.
OTRO MÉTODO DE MEDICIÓN
Además, tras la reunión celebrada el pasado jueves en la Consejería de Agricultura, donde se pidieron una serie de medidas urgentes para aliviar la situación del campo extremeño debido a la sequía, y que este lunes han sido trasladadas por el consejero José Antonio Echábarri al ministro Miguel Arias Cañete, el presidente de esta organización agraria considera imprescindible que se apruebe «de manera urgente y sin más dilación un paquete de ayudas para intentar compensar al menos en una parte del porcentaje unas pérdidas que ya en la mayoría de los casos son irreparables».
Por último, APAG Extremadura Asaja vuelve a lamentarse de que el sistema de medición empleado por Agroseguro para determinar el grado de sequía, mediante el satélite, «no es efectivo, como vienen denunciando los agricultores».
Como alternativa reivindica un método «más seguro», consistente en «un trabajo de campo a través del muestreo que realicen técnicos profesionales sobre el terreno para verificar el estado real de la superficie».