Poner cara seria y triste, cortes de mangas, gestos obscenos. «No sé si me van a meter la sonda por la nariz o por el culo» y otras perlas como «ojalá este oxígeno fuera oxígeno de la hucha». Sus familiares, por detrás, se reían. Su novia le «entrenaba»: «tienes que conmover para que te envíen dinero». Él respondía a la cámara, con sorna, «¡dinero! A mí los mensajes me sudan los huevos». Es lo que no se vio de los vídeos que colgaba Paco Sanz, conocido como el «hombre de los 2.000 tumores», a quien la Policía atribuye una estafa de alrededor de 250.000 euros a más de 8.000 personas.
Paco Sanz había ingresado en prisión sin fianza el pasado 9 de marzo tras ser arrestado junto con sus padres en una operación de la Policía Nacional por estafa, apropiación indebida y blanqueo de capitales, a través de la «Asociación Paco Sanz para la investigación del Síndrome de Cowden» con la que pedía ayuda para su tratamiento desde 2010. El dinero lo conseguía a través de las redes sociales, la organización de eventos y publicación de libros, con el apoyo de personas populares, además de los ya famosos vídeos.
La Policía sospecha que Paco Sanz exageraba su diagnóstico médico y hacía creer a sus víctimas que padecía una enfermedad terminal con una esperanza de vida muy corta, pero en realidad dedicaba el dinero a mantener un alto nivel de vida, con adquisición de vehículos, compras en tiendas de lujo, tecnología o viajes.
Según los investigadores, está acreditado que nunca ha recibido tratamiento de quimioterapia y que la patología que padece no es una enfermedad mortal. Gracias a la colaboración de la embajada de Estados Unidos en Madrid, entre 2010 y 2012, el hombre había viajado en 11 ocasiones a ese país, donde «se sometió únicamente a un ensayo clínico completamente gratuito». De hecho, una de las entradas a EEUU lo hizo «a través de Miami y en un crucero de lujo».