El balance de muertos en carretera por accidentes de tráfico este año no está siendo nada bueno. A fecha del 17 de diciembre, se supera la cifra de muertos en cinco personas, es decir, en 2013 en estas fechas había 1.089 fallecidos en siniestros, mientras que este año alcanzamos los 1.094.
Si sigue esta tendencia, acabaremos el año por encima del anterior, lo que significa un estancamiento del continuo descenso de los últimos años en víctimas por siniestros.
La falta de mantenimiento en algunas carreteras, como la mala visibilidad o mal estado del asfalto, el aumento del tránsito de vehículos y el descenso del mantenimiento de los vehículos por la crisis son algunas de las causas de estancamiento, según destaca el coordinador de movilidad de RACE, Jorge Castellanos.
El director de la Fundación RACC, Lluis Puerto, achaca este frenazo “en parte al recorte en la inversión de infraestructura de las calzadas españolas” por parte del Ministerio de Fomento a causa de la crisis económica que lleva golpeando España los últimos cinco años y a políticas que deberían revisarse para que realmente sean efectivas.
El técnico de RACE destaca que la inversión en el estado de las calzadas se ha reducido hasta un 30% en los últimos años. Reconoce que ha habido “un gran trabajo en amentar los kilómetros de autopistas y autovías pero hay que mantener estas y las secundarias, que son las que más riesgo conllevan”.
“Tienen que vigilar con más ahínco las señales que han perdido su reflectación y son difíciles de ver, las carreteras con poca visibilidad por falta de luz, la limpieza de las calzadas o los antideslizantes en curvas peligrosas. El error de un conductor en una carretera mal acondicionada, no perdona la vida”, destaca el coordinador de RACE.
También apunta a que hay que prestar una gran atención al estado del pavimento ya que “aunque no se vean grietas a simple vista, el desgaste puede ser muy alto por el continuo paso de vehículos, lo que se conoce como coeficiente de rozamiento”.
La crisis ha provocado que los conductores se gasten menos dinero del habitual en el mantenimiento de sus vehículos. Los costes de las piezas que se rompen o de las averías son muy altos, y muchas personas han optado por el «hasta que el coche aguante» o la «compra de piezas más baratas que no aseguran la calidad».
“Esto se ha convertido en otro de los motivos por los que en este 2014 el descenso de accidentes mortales se haya estancado y no haya seguido la tendencia de descenso de los últimos diez años”, lamenta Jorge Castellanos.