Todos los inviernos pasa lo mismo. Siempre hace más frío en el interior de la península como Castilla y León, Aragón o Madrid, mientras que en las costas los valores de los mercurios son más suaves y el descenso de las temperaturas no arrecia con tanta intensidad.
¿Y esto por qué ocurre? El director de Sirimiri Consulting, Eduardo Román, cuenta que las notables variaciones de temperatura dependen de varios factores como la altitud, la cercanía al mar, los cielos nublados o despejados o de donde provenga el aire.
En primer lugar, Román destaca que la diferencia de altitud entre las zonas de costa y del interior es fundamental. Madrid, Castilla y León o Aragón están más altas que Murcia, Andalucía o Cantabria por lo que al estar “más alto, las temperaturas son menores”.
En segundo lugar, el mar es otro factor importante que afecta a los mercurios en España. Las brisas de las costas ayudan a regular los valores sin permitir normalmente que lleguen a valores extremos. En cambio, en el interior el clima es más seco y los termómetros bajan mucho.
El meteorólogo destaca además que los cielos despejados permiten que durante la noche “se escape el calor acumulado durante el día, permitiendo que los valores desciendan hasta 10 o 15 grados”.
Otro gran componente de las temperaturas reside en el origen del viento. “Si el aire es del norte bajará los mercurios mientras que si el viento es del sur los termómetros tenderán a subir a valores más suaves en invierno, y a valores más extremos en verano”.