El mal tiempo sigue siendo la nota dominante de esta segunda semana de febrero y parece que ni en el Día de los Enamorados tendremos un respiro, así que los que tengan pensado celebrar San Valentín fuera de casa que se preparen los paraguas y chubasqueros.
Esta misma noche una nueva borrasca entra a la península por Galicia. El director de Sirimiri Consulting, Eduardo Román, advierte que “es muy intensa y virulenta, y dejará otra vez vientos muy fuertes con rachas de hasta 140 kilómetros por hora en el norte, sobre todo en Galicia”.
Esta nueva perturbación se llama »Ulla» y es una ciclogénesis explosiva porque se forma de manera muy profunda y rápida, tal y como explica Ana Lage, portavoz de MeteoGalicia. Es la séptima en 15 días.
Ulla viene cargada con lluvias y viento, aunque las temperaturas se mantendrán suaves. La perturbación entra por Galicia y se “irá extendiendo al resto de la península, aunque como es habitual el mal tiempo no llegará a las costas de Mediterráneo”.
“El viento del sur no dejará que el viernes bajen las temperaturas mientras Ulla pase por la península, pero el sábado ya comenzarán a bajar poco a poco”, explica Román. El primer día del fin de semana, las lluvias continuarán en la mayor parte de España y el viento continuará azotando.
Las costas del cantábrico se mantendrán en alerta amarilla y naranja por grandes olas que seguirán golpeando las playas como ya lo ha estado haciendo las últimas semanas, causando numerosos destrozos en los paseos marítimos y carreteras e inundando incluso calles y locales de algunas ciudades costeras.
Además, la cota de nieve bajará a los 600-800 metros en Galicia, a los 900-1.200 en el resto de la cuadrante noroccidental de la península, y a los 1.200-1.800 en el resto.
España lleva viviendo más de dos semanas de continuos temporales que no dejan respiro a la península. La peor parte se la están llevando los gallegos, donde la virulencia de las borrascas se está notando con mucha más fuerza que otros inviernos.
El director de Sirimiri Consulting apunta a que “el ajetreo atmosférico de este año se debe a la intensidad y potencia que tiene el vórtice polar este año, que provoca profundas borrasca que se acercan demasiado a la península”.
El sol se dejará ver a partir del domingo
Parece que la sucesión de borrascas nos va a dar un descanso y tendremos unos de cierta calma. A partir del domingo habrá “altas presiones” por lo que España vivirá unos días, no muchos, de estabilidad atmosférica.
No hay que ilusionarse demasiado porque aunque el sol se dejará ver, lo que significa esta estabilidad es que el viento dejará de soplar con tanta fuerza y las lluvias serán más ocasionales, pero podremos seguir teniendo nubes y frío. “La primavera no ha llegado, no hay que confundir estabilidad con días estupendos”, advierte el meteorólogo.
Aún así, unos días sin lluvias fuertes y vientos huracanados traerán calma a la península tras dos semanas de continuos temporales que han causado destrozos sobre todo en el norte.