El hombre que el pasado martes se suicidó en un bar de Zaragoza después de pasar 20 horas atrincherado en el bar »Maxi 2» de la capital aragonesa ni siquiera se ablandó cuando habló con sus hijos. Así lo relata en ABC Juan Alcolea, la persona que está al mando del Equipo Nacional de Negociación de la Policía Nacional. «Cuando una negociación se estanca, se intenta echar mano de otras personas que puedan acceder a él. En este caso recurrimos a su hermana y a sus hijos, pero ni cuando habló con ellos se ablandó. Normalmente, al hablar con sus hijos suelen cambiar de actitud, pero este no fue el caso. Con la que más habló fue con su expareja».
Precisamente el suicida se despidió de su expareja y dueña del bar, Fátima, con una carta manuscrita en cuatro cuartillas. Antes de dispararse entregó la misiva a un agente durante la negociación y en ella reconoce que aunque estaba enamorado solo quería conservar la amistad de la mujer. «Adiós Fati, te quiero y sabes que mi corazón te ama. Mi amor estará siempre a tu lado», reza la carta que hizo pública este jueves la propia Fátima en un programa de Telecinco. Una de las hipótesis que explica este suceso es que Luis Pedro Rocaful prestó alrededor de 40.000 euros a la mujer para coger el traspaso del bar cuando mantenían una relación.
Según han informado fuentes de la Policía Nacional, Luis Pedro Rocaful entregó la misiva al negociador que intentaba convencerle para que saliera del bar durante la mañana del martes para que se la entregara a Fátima. Los agentes la leyeron en presencia de la mujer para ver si podía servir para resolver la situación y volvieron a dársela.
Se desconoce si el hombre escribió la carta durante el atrincheramiento en el bar »Maxi 2» o la redactó antes. La carta está escrita en cuatro cuartillas. En la misiva, Luis Pedro Rocaful asegura que no quería hacer daño a Fátima y reconoce que, pese a seguir enamorado, ya no tenía intención de recuperarla, aunque sí deseaba mantener con ella una relación de amistad. «Nunca pensé recuperar tu amor perdido. Solo hubiese bastado con conseguir que me aceptaras como un amigo y también como tu socio», reza la misiva.
Asimismo, aprovecha la carta para decirle a su expareja que todo está pagado y que no debe dinero. «Todo está al día. Lo pagué yo con lo último que tenía. Ahora no tengo ni un euro», señala. De momento, continúan los trabajos de investigación en el bar »Maxi 2» de Zaragoza. Ayer trabajaron en el local agentes de la Policía Científica, que hallaron el casquillo de bala y tomaron fotografías del lugar.