«Peluches excepcionales con un toque de alma y delicadeza». Este es el eslogan de la empresa francesa Caresse l’Orilag que ha querido ser innovadora dentro del sector de los peluches y ha puesto a la venta ‘mascotas’ elaboradas con piel de conejo real.
El animal sacrificado para la creación de este peculiar muñeco de peluche es el conejo Orylag, una especie que se cría únicamente en Francia desde mediados de 1980. La empresa, a través de su página web, vende el muñeco de peluche a partir de los 1.600 euros.
Las protectoras de animales han puesto el grito en el cielo. Desde PETA, aseguran que es cruel y está injustificada la manipulación de estos animales con ese fin, que además sufren de un pésimo trato desde que nacen hasta que mueren.
Según denuncia PETA, «el 60% de estas crías son utilizadas por su piel; el resto se vende como carne en mercados exclusivos en Francia. Las jaulas que usan para ser criados son demasiado pequeñas, provocando a los animales rotura de huesos y lesiones traumáticas en sus desplazamientos, para luego arrancarles la piel y posteriormente ser utilizadas en regalos como este juguete que no solo se vende en Francia”.
La página web de la empresa explica que el principal atractivo de los peluches es el aspecto sensorial que ofrecen. Mediante el mensaje de “la unión familiar” a través de “una experiencia sensorial única, un gran viaje táctil”, la empresa ha conseguido multitud de clientes en Francia.
“Desde la magnífica caja, hasta el descubrimiento de lujo al abrirla, se ofrece una reacción emocional que se experimenta al tocar esta pieza única”, dice la descripción publicada junto a las fotografías de los modelos.
Por el momento, ningún representante de la empresa se ha pronunciado en torno a las quejas de las agrupaciones animalistas, mientras la marca amplía su cuota de mercado a otros países como Reino Unido, China y Japón.