“El sector de la fruta de hueso presenta una situación de desequilibrio estructural por exceso de oferta que se viene produciendo cada verano desde 2014, incluso con anterioridad al cierre del mercado ruso”, recuerdan desde el Mapama, y recalcan que la situación se ha “agravado” en 2017.
Árboles repletos de melocotones, ciruelas, nectarinas… No hay bocas ni almacenes capaces de aglutinar tal cantidad de frutas con hueso de excelente cantidad. La sobreoferta hunde el precio en origen hasta un 50% y en tienda el precio se dispara.
Como solución, España recibirá siete millones de euros adicionales de Bruselas para la retirada de 19.550 toneladas de melocotones y nectarinas, para hacer frente a la depreciación de la fruta de hueso, lastrada por el veto ruso a productos alimentarios europeos.
Sin embargo, la ampliación del cupo de retirada aprobada por la Comisión Europea “es insuficiente para impulsar los precios en la recta final de campaña”.
Los agricultores murcianos soportan en el segundo trimestre una caída del 60% en el coste medio, que se situó por debajo de 0,40 euros el kilo.
Solución a largo plazo
El hundimiento de los precios en la fruta de hueso que sufren los agricultores campaña tras campaña ha derivado en una crisis estructural que necesita ser abordada con profundidad. Ése es el mensaje que ha lanzado Esperanza Ramírez, responsable de fruta de la organización agraria Coag en la Región de Murcia.
Por eso, desde este sindicato se reclama un ‘plan de emergencia’ que garantice el futuro de los productores de este sector, una iniciativa que llevará a la reunión de la Mesa de la fruta de hueso que se celebre el próximo otoño en el Ministerio de Agricultura.
“Cataluña y Aragón están viviendo ahora el deterioro de los precios de los mercados que hemos soportado antes en esta Región, y que provoca que cooperativas y almacenes no acepten más fruta y haya salidas sin precio de venta”, añadió Ramírez.
La ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, convocará a los productores en octubre para debatir una solución a largo plazo e implantar un Plan Estratégico. «Tenemos que reestructurar el sector porque producimos más melocotón del que somos capaces de comer», admite UPA que, además de abrir nuevos mercados, también apuesta por un plan de arranque de cultivos que sea forma proporcional al tamaño de cada explotación.