1. La marihuana es adictiva.
Una persona que consume marihuana puede tener dificultades para dejar de hacerlo. Además, el consumo de esta sustancia puede interferir negativamente en muchos aspectos de su vida: social, familiar, laboral… Se calcula que el 9 por ciento de las personas que alguna vez probaron la marihuana se vuelven adictas, es decir, alrededor de 1 de cada 11 personas. Cuando los consumidores empiezan su adicción en la adolescencia, esta tasa sube a 1 de cada 6.
2. Consumir marihuana y conducir es muy peligroso.
Fumar marihuana antes o en el momento de la conducción pone en riesgo la vida del conductor y de otras personas. Afecta a las habilidades necesarias para una conducción segura, como la atención, la concentración, la coordinación y el tiempo de reacción. Dificulta la detección de señales visuales y auditivas necesarias para circular con normalidad. La marihuana es la droga ilícita que con más frecuencia se identifica con accidentes fatales (el 14 por ciento de los conductores, según el Instituto Nacional sobre el abuso de drogas de EEUU). Su combinación con el alcohol puede ser incluso más peligroso
3. La marihuana está relacionada con el fracaso escolar
La marihuana debilita la atención, la memoria, la motivación y demás facultades necesarias para el aprendizaje. Sus efectos negativos se pueden prolongar durante días e incluso semanas después de que sus síntomas inmediatos se disipan. Los consumidores jóvenes de marihuana suelen abandonar la escuela antes que el resto, y en mayor número.El rendimiento de un consumidor habitual de cánnabis es menor, por lo que acceden a peores trabajos con menor salario.
4. La marihuana puede causar psicosis o pánico
Consumir dosis altas de marihuana pueden provocar percepciones y pensamientos perturbados, incluyendo paranoias, o ataques de pánico. Si una persona padece esquizofrenia, fumar marihuana puede empeorar los síntomas psicóticos.