Unos 20 investigadores se encuentran trabajando en la perforación, dentro del proyecto »Vida Subterránea en la Faja Pirítica Ibérica» (IPBSL, siglas en inglés), del suelo de Río Tinto en Huelva en busca del tipo de vida microbiana responsable de las características inusuales del río rojo.
En declaraciones a Europa Press el investigador responsable de la campaña, Ricardo Amils, ha destacado que unos 20 investigadores se encuentran ya a unos 300 metros de profundidad en busca de muestras para llevar a cabo el estudio, y se llevarán entre tres y cuatro meses recogiendo muestras en la zona, las cuales serán después estudiadas. El estudio cuenta con un plazo de cinco años para que sus resultados vean la luz.
De este modo, el director del Centro de Astrobiología, Javier Gómez Elvira; el investigador responsable de la campaña, Ricardo Amils, la delegada de Economía, Innovación y Ciencia en Huelva, María José Asensio, han presentado este miércoles la campaña de perforación del proyecto IPBSL (Vida subterránea en la Faja Pirítica Ibérica).
El Centro de Astrobiología (CSIC-INTA) se encarga de este proyecto de investigación, el cual indaga sobre el tipo de vida que hay en el subsuelo de la Faja Pirítica, zona que uno de los mejores análogos geoquímicos terrestres de Marte.
Esta parte del proyecto, que se desarrollará durante los próximos meses, es heredera del proyecto »Marte», de colaboración entre el Centro de Astrobiología y la NASA que tuvo lugar en la Faja Pirítica durante el periodo comprendido entre 2003-2006.
El proyecto IPBSL pretende caracterizar en profundidad los ecosistemas detectados durante el desarrollo del proyecto »Marte», los cuales son responsables del característico ácido sulfúrico e ión férrico que le dan al Río Tinto su singular coloración.
El proyecto está financiado por el programa »Ideas» de la Fundación Europea para la Ciencia durante cinco años y planea, aparte del estudio geofísico que ha permitido detectar las zonas de mayor interés geomicrobiológico, la campaña de perforación que se está desarrollando en Peña de Hierro en los terrenos de la Fundación Río Tinto, la toma de muestras para estudios geológicos y microbiológicos, así como la posterior distribución de sondas en los pozos que permitirán medir en tiempo real las actividades metabólicas más interesantes detectadas en el subsuelo de la Faja Pirítica.
Río Tinto se considera uno de los mejores análogos geoquímicos terrestres de Marte y este tipo de estudios ha despertado un gran interés en la comunidad astrobiológica internacional. Los datos generados por IPBSL servirán para evaluar con mayor precisión la posibilidad de que la vida se haya o se esté desarrollando en el planeta rojo, en perfecta sintonía con los datos que generará el rover Curiosity, que la semana pasada empezó su singladura espacial camino de Marte.