El Mundo: El Estado cortocircuita el 1-O
Los recursos de inconstitucionalidad contra la Ley del Referéndum y sus disposiciones anejas, y la de Transitoriedad, han cerrado el círculo de las acciones a emprender por el Gobierno ante los tribunales con vistas a anular toda la arquitectura legislativa con la que la Generalitat y las fuerzas que la sustentan pretendían dar cobertura a la consulta independentista del 1 de octubre y el posterior proceso de desconexión con el Estado.
El Gobierno, ahora, una vez activada la maquinaria judicial, se centra en disponer todos los mecanismos para cortocircuitar la logística del referéndum. Impedir la apertura de colegios, la constitución de mesas electorales, la colocación de urnas, el suministro de papeletas y el uso de programas informáticos. Estos son los objetivos de Rajoy para evitar que se repita un 9-N, es decir, una farsa con apariencia de legalidad a los ojos de la ciudadanía.
El País: El Govern envía cartas a 55.000 ciudadanos para que formen las mesas electorales
La Generalitat estima que, para hacer posible el referéndum de independencia del 1 de octubre que ha suspendido el Tribunal Constitucional, se requieren cerca de 55.000 personas, entre titulares y suplentes, con el fin de configurar las 6.300 mesas electorales previstas. Esas personas son elegidas por sorteo tomando como base los menores de 70 años de cada sección censal, a partir del listado elaborado por la Administración catalana.
La Vanguardia: Juncker, “Sobre Catalunya, lo que digan las Cortes y el Constitucional”
“Es hora de que Europa pase a la acción”, reclama Jean-Claude Juncker, que ayer pronunció ante la Eurocámara su discurso más personal en los tres años que lleva al frente de la Comisión Europea. Siempre dice que no alberga ilusiones respecto a la Unión Europea, pero ayer invitó a los gobiernos a asumir sus responsabilidades para que la UE prospere apostando por una mayor integración.
La falta de respeto al Estado de derecho y las heridas y divisiones en el club son sus mayores preocupaciones en estos momentos, explica Juncker (1954) a La Vanguardia y otros diarios europeos en una entrevista mantenida tras su intervención, relajado y en mangas de camisa, en la que no elude las preguntas sobre Catalunya.
El Confidencial: Guardias Civiles durmiendo en colchonetas y con los «nervios a flor de piel» antes del 1-O
Pedro* comenzará el día más tenso de toda su vida profesional mirando al techo sobre un colchón hinchable en casa de un amigo. Peor lo tiene Juan, que no sabe dónde va a amanecer ese día que también marcará su carrera. Todo lo que tiene es un sofá y no sabe dónde va a meterlo. «Un amigo me ha ofrecido dormir en su salón estos 20 días. Si voy, tendré que comprarme un somier y un colchón de segunda mano», resopla.Pedro y Juan son dos de los guardias civiles que tendrán que retirar urnas y controlar a las masas en Cataluña en el caso de que se celebre el referéndum. Una presión enorme a la que se enfrentarán sin una casa propia donde dormir, sin tener a su familia a su lado, haciendo jornadas de 10 y 12 horas sin dietas ni complementos y posiblemente perdiendo dinero. En concreto, la mitad de su salario de 1.500 euros, por decisión de la Dirección General de la Guardia Civil, que ha obligado a más de 200 agentes que iban a abandonar Cataluña rumbo a otro destino el 10 de septiembre a quedarse hasta después del referéndum.